En Out27: La Serie Nacional que queremos todos… el cronista deportivo Joel García León dice:
En medio de las tantas polémicas, criterios y pasiones que levanta el béisbol cubano, y tras seis meses de duro confinamiento por la Covid-19, este 12 de septiembre comienza la 60 edición de la Serie Nacional de Béisbol, en una de las decisiones más valientes, aplaudidas y reconfortantes del deporte y gobierno cubano, al margen que llegó acompañada de realizarla a puertas cerradas.
En la conferencia de prensa de la mañana sabatina, en una alusión directa a que en la mayoría de las conversaciones se aborda el tema de la medicina y cualquiera discute de béisbol, el doctor Durán dijo que todos los cubanos llevamos dentro un médico y un pelotero.
Efectivamente, abundaron los Comentarios Digitales (CD) , como también los hay en las tertulias callejeras, sobre detalles organizativos y estructuras de la Serie Nacional, lo cual es propio de la faceta de pelotero de la inmensa mayoría de los cubanos.
También hubo otros CD en los cuales sale lo de médico, sobre todo, de especialistas en epidemiología que abordaron el tema de comenzar la temporada beisbolera precisamente en el momento más complicado por el rebrote de la Covid-19 en casi todas las provincias.
En intercambios en las redes sociales preguntamos:
¿Es la 60 Serie de pelota un ejemplo de convivir con el nuevo coronavirus?
Pero la mayor cantidad de CD se dirigieron a si se debía o no desarrollar la serie, solo unos pocos se refirieron al asunto de convivir con la enfermedad.
Ramón dice:
Es un pésimo ejemplo.
José Ángel Aguilera Tamayo dice:
Me parece negativo ese trasiego interprovincial. ¡Quieto en base!
Previamente se debatió sobre la responsabilidad sanitaria de peloteros, cuerpo de dirección, árbitros, anotadores, periodistas y a todo el que tenga que ver con la organización de la Serie, y se implementaron los protocolos de seguridad para evitar contagios del SARS-CoV-2.
A la lectora que interpretó que únicamente se harán tests rápidos para entrar a cada provincia, es válido aclararle que independientemente de ese requisito, a absolutamemte todos se les realizará PCR, además los tests rápidos al ingresar a un territorio.
Como se afirma en la nota:
No habrá congas, peñas, tambores ni coros para alentar un batazo o festejar carreras…
Y esta serie llegará únicamente a los aficionados a través de la televisión, la radio, los medios impresos y digital; y las redes sociales.
Por lo cual, como sentencia Marta:
Después de seis meses de tensiones extremas, la pelota será un evento que contribuirá a reducir tensiones, a mí no, porque a mí no me gusta la pelota, pero nadie me podrá negar que esos juegos ayudarán mucho a que la gente se quede en su casa con un entretenimiento cuando lo pasen por la televisión o por la radio.
Noryis Larezada dice:
La vida debe continuar. Que comience la pasión
Víctor Angel Fernández González dice:
Estamos como el cuento de la vaca pinta. En el mundo se está jugando la final de la NBA, la Copa de Naciones del Futbol, se jugó todo lo que faltaba y el final de la Champions y ahora sucede que jugar la serie nacional a puertas cerradas es un sacrilegio. Vamos, vamos, un poquito de por favor!!!
María Elena Bayón Mayor dice:
No sean aguafiestas el futbol se televisa y todos lo ven. La pelota igual y ahora será para el mundo entero. Buen augurio para el Béisbol Cubano.
Omar Alvarez Dueñas dice:
El mundo ha ido adaptando su vida a la situación epidemiológica, algunos con muchos más recursos que nosotros, creo que tomando todas las medidas la serie se pueda jugar.
En resumen: la pregunta fue si ¿Es la 60 Serie de pelota un ejemplo de convivir con el nuevo coronavirus? y sin ánimo de terminar esta conversación en estas breves líneas, invitamos a volver sobre la interrogante, pero esta vez teniendo en cuenta que convivir significa vivir o habitar con otro u otros en el mismo lugar, y tiene sinónimos tales como cohabitar y coexistir.
A quienes llegaron hasta esta parte del trayecto de la Guagua, o que leyeron hasta aquí, les aclaramos que no existen pretensiones de ser concluyentes, pues queda el espacio abierto a bordo de este ómnibus para analizar si hemos aprendido ya a convivir con la Covid-19 como mismo la humanidad coexiste con el SIDA.
Las relaciones sexuales han continuado, pero se ha extendido la cultura de hacerlo de manera protegida. ¿Podremos también aprender a resguardarnos del contagio del nuevo coronavirus?
Sin dudas, ha pasado un semestre en el cual pudiéramos encontrar las motivaciones para el aprendizaje, pues los recursos para protegerse no son deficitarios: basta un pedazo de tela para hacer nasobucos, mantener distancia y desinfectarse las manos que no deben tocar la boca, la nariz ni los ojos.
Una exitosa serie beisbolera puede ser un buen indicador de que marchamos hacia convivir con el SARS-CoV-2, buen entrenamiento para que la vida continúe sin que perdamos la vida en el intento, pues se puede estudiar, producir, divertirse… conviviendo, cohabitando, coexistiendo con la Covid-19.
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