Más de 700 toneladas de alimentos que representan un aporte a la economía superior a los siete millones de pesos, han realizado en lo que va de año los trabajadores de la minindustria La Candelaria, perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios Patricio Sierralta Martínez, del municipio de Ciro Redondo, en la central provincia cubana de Ciego de Ávila.
Pablo Samper Borroto, administrador de esa fábrica con la condición de excelencia en su labor integral, informó que en la actualidad elaboran, entre otros surtidos, jugo de tamarindo, con un ritmo diario de unas 10 mil botellas como promedio, alimento destinado al consumo de la población.
Dijo que el producto líder es el coco rallado, el cual por su calidad y preferencia de los clientes, tiene presencia en el mercado nacional y se realizan envíos a la Zona Especial de Desarrollo Mariel para la captación de divisas, gestión comercializadora que se ejecuta a través del polo exportador agrícola de Ciego de Ávila, liderado por la Empresa Agroindustrial Ceballos.
Argumentó Samper Borroto que, a pesar de las limitaciones por causa de la Covid-19 y el déficit de envases tradicionales, aplican alternativas para mantener la elaboración de mermeladas y néctares de tamarindo, guayaba, mango y cereza, gracias al suministro de frutas frescas y al proceso innovador que mantiene de alta la tecnología en esa «mini», porque el diminutivo le va quedando chiquito a La Candelaria, ya que «las minindustrias avileñas son como los fusibles de la gran fábrica estatal que es el combinado de Ceballos», enfatizó Samper.