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Bolivia: cuenta regresiva

Algunos, los que aún creen en la “democracia” piensan que todo se resolverá en Bolivia en las elecciones del próximo octubre. Otros están más preocupados por sobrevivir y acabar con la agonía de cada día en conseguir algo de dinero para dar de comer a la familia.

 

Foto: PL

 

Pero todos los bolivianos, independientemente de su afiliación política o religiosa, solo quieren que acabe el sufrimiento por la mala atención médica ante la pandemia y que vuelva la paz a la Paz y al resto de las ciudades de la nación andina.

Septiembre se inició con el llamado de una alerta permanente de la Coordinadora de las 6 Federaciones del Trópico de Cochabamba, una de las organizaciones gremiales más fuertes de Bolivia, ante la persecución política por parte del gobierno de facto, según un despacho de la agencia de Prensa Latina.

En un comunicado dado a conocer el día 3 se señala que además del estado de alerta se llama a la defensa de la democracia mediante el respaldo a los candidatos en las elecciones generales del 18 de octubre.
Para precisar que esas acciones buscan ‘recuperar el estado de derecho y la democracia, el cumplimiento de la Ley de elecciones que hoy en día han sido conculcados por el gobierno golpista’, destaca el documento.

No escapa a la valoración de los dirigentes gremiales  la constante injerencia “`por parte del gobierno de los Estados Unidos y sus seguidores que pretenden apropiarse de los recursos naturales del país”.

En tal sentido, es bochornoso que un funcionario del Instituto Nacional Demócrata para los Asuntos Internacionales de Estados Unidos haya sido nombrado presidente, nada menos, que de la comisión central electoral de Bolivia.

Una vieja aspiración imperial

Resulta conocida la política estadounidense hacia la región y, en especial hacia Bolivia. No solo participaron con sus servicios especiales en la “coronación” de la actual mandataria, sino que están presentes en cada una de las acciones de su gobierno.

El Secretario de Estado adjunto de la esfera política, D.Xale demostró en enero último cuáles son las prioridades de su país con relación a Bolivia.

Es por ello la propuesta, sin pudor alguno, de “ofrecer un equipo de especialistas estadounidenses en la esfera de la tecnología electoral y del sistema de la votación electrónica durante la campaña electoral.

En pocas palabras, las mal llamadas elecciones “democráticas” no están organizada por los bolivianos sino que los nacionales están dirigidos por representantes de Estados Unidos con el único y explícito deseo de impedir el regreso de los partidarios del Mas al poder.

 Maniobras para confundir

Llama la atención de algunos comentaristas que desde el Gobierno ya no solo se sigue desacreditando al ex presidente Evo Morales, sino que surgen nuevas maniobras para confundir al electorado.

En cuanto al llamado de las 6 Federaciones del Trópico de Cochabamba, Prensa Latina recuerda que “figuran entre las organizaciones más activas en denunciar las consecuencias del golpe de estado que obligó a dimitir al presidente Evo Morales en noviembre de 2019.

El ambiente político en esta nación en las semanas previas al 18 de octubre, momento en que deben ser elegidos el próximo presidente, vicepresidente, así como a senadores y diputados,” está electrizado a tal punto que cualquier movimiento incorrecto puede provocar un estallido social según dijo a Radio Sputnik el analista internacional Rubén Suárez.

El también director internacional de la red radial latinoamericana CONAICOP, destacó que la intención de un fraude, con el fin de evitar la victoria del candidato del Mas podría tener graves consecuencias para la estabilidad del país.

Muestra de la tensa situación fue la protesta contra el gobierno  a fines de agosto en el departamento de El Alto por atribuirse los méritos de la inauguración de un moderno hospital que realmente fue  construido por el gobierno de Evo.

Mientras, las autoridades del Cementerio General de la capital boliviana negocian la exhumación de restos de difuntos sepultados cinco años atrás para poder enterrar a muertos de Covid-19, ante el creciente número de decesos por la pandemia.

Los días pasan y se acerca un momento clave para Bolivia. Falta por ver si no hay nuevos intentos de cambiar la fecha de las elecciones y las “sorpresas” que de seguro tendrán preparadas las autoridades de facto.

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