Si algo agradece todo torneo que se respete es la severidad a la hora de cumplir el reglamento. Nuestras últimas temporadas beisboleras han dejado vacíos y vulnerabilidades respecto a lo que se acuerda durante el congresillo técnico. La 60 Serie Nacional ha puesto varias cartas antes de tiempo y, con más o menos polémica, lo decisivo será materializarlas del primero al último juego, sin excepciones.
Repasemos algunos aspectos tocados en la reunión de preparación de los 16 mentores y que han sido explicados luego en espacios televisivos. En los que tengamos propuesta o consideraciones los sumaremos, quizás para ser repensada, aunque de antemano somos conscientes del amplio estudio hecho hasta aquí.
— El número de jugadores de la nómina oficial de cada equipo se redujo de 40 a 34y se eliminaron las reservas de los equipos. (Eso es positivo, pero exigirá a cada cuerpo de dirección decidir mejor el movimiento de sus piezas)
— Las altas y bajas de los atletas solo se podrán dar en los juegos 30, 60 y 74 de cada equipo. (Del relajo de campañas anteriores a que su cumpla al pie de la letra es como del día a la noche. Ojalá y las excepciones por lesiones o indisciplina sean las menos)
— Los atletas contratados en ligas extranjeras a través de la Federación Cubana de Béisbol se incluirán en las nóminas de 34 de los equipos y se perrmitirá subir sustitutos hasta tanto sean autorizados a incorporarse a jugar. (Es lo lógico, aunque debiera ser opcional también que al regresar el contratado, y cumplido al menos 21 días de descanso, el atleta que salga no sea necesariamente el que estaba por él, sino el que determine la dirección del equipo)
— Para acortar el tiempo de juego los jugadores tienen que entrar y salir corriendo del terreno en 90 segundos entre inning; la demora entre lanzamientos no puede pasar de 12 segundos; y se aceptarán como máximo cinco visitas al lanzador en nueve entradas, incluidas las de sus compañeros a la defensa. (Son estimulantes estas medidas y el uso del cronómetro. Los árbitros y el comisario o chequeador tendrán una mayor responsabilidad y más allá de las expulsiones establecidas en el reglamento para quienes violen lo anterior, esperemos que no se vuelvan interminables las discusiones por el preciosismo de algunos segundos)
— Si el director no sale a discutir las reglas del partido podrá estar en el banco, pero está invalidado de reclamar alguna jugada o solicitar replay, solo podrá hacerlo el entrenador que fue a discutir las reglas. (Correcto. Y de seguro disminuirán los mensajeros a un acto que es de los más importantes en un encuentro de béisbol. En los últimos años se había impuesto como moda, a partir de la simpatía o disgustos de los mentores con su rival y hasta con los árbitros)
— En la última jugada del partido si hay dudas por parte de algunos de los equipos, el jefe de árbitro puede solicitar la ayuda del replay de la televisión. (Solo le agregaría cuando sea para definir empate o victoria, para que no sea una norma ni pura voluntad personal)
— Se autorizarán a jugar a los juveniles nacidos en los años 2002 y 2003, pero con la limitante de 100 lanzamientos como máximo y tendrán seis días de descanso. (Preservar el talento es fundamental y sabio. Además, así trabajan ellos en los campeonatos juveniles)
— La hora máxima para salir hacia provincias de los conjuntos será a las siete de la mañana. De tener algún inconveniente real y llegar después de las dos de la mañana no jugarán ese día, sino al otro. (Se evitan suspicacias y retrasos por gusto. Bienvenida esta cláusula)
Hasta aquí los cambios más interesantes. Quedan otros como la solicitud de los juegos nocturnos, lo cual debe hacerse 72 horas antes a la Comisión Nacional. Todos ellos deberán ser aprobados oficialmente en el congresillo técnico. ¿Será mejor la 60 Serie? Al menos más pensada y organizada sí. Lo deportivo se sabrá luego.