La Guagua: arde el occidente, pero todos en remojo
Arturo Chang
La situación actual indica que las mayorías están de acuerdo en no permitir que, unos pocos, echen por tierra lo que con sacrificio e inteligencia se logró en el control y enfrentamiento a la pandemia causada por el SARS-CoV-2, por lo cual puede asegurarse que con la actuación gubernamental e institucional podrá apreciarse la tendencia al decrecimiento de los casos de Covid-19, tanto en La Habana como en el resto del territorio occidental donde ha ocurrido el rebrote.
Ahora que la atención se concentra en la porción occidental del país, al resto le conviene aprender la lección, pues sería lamentable la ocurrencia de una especie de cachumbambé en el cual mientras un área de la nación reduce los casos, el otro lo aumente.
Abundan los comentarios digitales apoyando que se arrecie el tratamiento contra los incumplidores, lo cual también pudiera ser válido para los no tan afectados que están en las porciones centrales y orientales.
Lesmes La Rosa Dunan dice:
Comprendo el reclamo popular cuando enuncia que hay que combatir con ¨mano dura¨ a aquellos ciudadanos que infringen las medidas higiénico-sanitarias relacionadas con el combate a la COVID-19. A mi modesto entender traduzco esa ¨mano dura¨ como la aplicación de lo que está establecido con el rigor que requiera cada caso.
Las disposiciones legales están ahí, vivas, vigentes… La observancia de esos ordenamientos, emanados del Estados y de las instituciones facultadas tiene carácter obligatorio para los destinatarios, que son los ciudadanos y las personas jurídicas.
Dichas disposiciones tienen, entre otras características, la coercibilidad que incluye ofrecer una respuesta penal o administrativa a los violadores de su contenido. De no proceder así, se convierten en letra muerta con el consiguiente deterioro de la disciplina social.
Vale añadir que las antedichas disposiciones son imperativas y cuando la imperatividad se quebranta sólo se restablece con la imposición de las medidas a que hicimos alusión, que también tiene un alerta preventiva y disuasiva con respecto a los potenciales infractores. Esa justa acción coercitiva se encamina al mantenimiento del orden social.
La foto que acompaña estas breves reflexiones muestra fehacientemente el actuar de algunos transgresores de las medidas higiénico-sanitarias, como el no empleo del nasobuco y el agrupamiento sin guardar el distanciamiento requerido.
De proseguir esas acciones, como dicen los marinos, se arrojan por la borda los inmensos esfuerzos que hace nuestro Estado en todos los órdenes en interés de combatir la pandemia y de proteger a la población.
Sábado 29 de agosto a las 9:15 am mientras el Dr Durán informa el fallecimiento de 2 ciudadanos a causa de la COVID 19 y confirma el contagio de otros 59, suceden hechos como los que aparecen en la foto tomada en Rayo entre San Jose y San Rafael, Centro Habana.
Víctor Angel Fernández González dice:
Me preocupa lo que no se controlará no obstante las regulaciones. Sigo pensando que la lucha contra la Covid, necesita un par de buenos manotazos sobre la mesa para que unos cuantos descubran que el juego va en serio. No tengo la enfermedad del teniente, pero creo profundamente que a unos cuantos que no han cumplido con la tarea asignada de controlar había que arañarle carrocería. El valor del ejemplo, el valor del cumplimiento, el valor de tener conciencia del momento es el primer paso del largo viaje de exigir disciplina que tenemos por delante. Ese es lo que me preocupa sobre lo que no sucederá en la Habana.
Ole Osaba dice:
Lo que debe pasar es que se cumplan las medidas indicadas, de lo contrario no podrá contenerse la propagación del virus.
Arístides Ramón Sotonavarro dice:
En principio, los indisciplinados, irrespetuosos y provocadores tendrán a partir de entonces una respuesta como debieron recibirla desde un principio.
Marietta Manso dice:
La historia de que La Habana es un solo municipio, no excusa la indisciplina y negligencia, ¿hasta cuándo las justificaciones?
En resumen: La atención está concentrada, con toda razón, en la zona occidental cubana, y con más énfasis en La Habana, pero es válido para todo el país aquel dicho de: Cuando veas las bardas o barbas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo.
En una reunión con trabajadores de la Cooperativa de Ómnibus Aliados en La Habana, el 30 de marzo de 1959, Fidel dijo:«Ustedes saben que uno de los lugares donde más se discute de política, de revolución, de economía y de todo, es en el ómnibus, ¿no? Es como una plaza pública el ómnibus, es como una mesa redonda; un ómnibus es como una mesa redonda permanente, donde todo el que sube opina. (…) a veces pregunto qué se habla en los ómnibus, para enterarme de cómo andan las cosas.»
