La recuperación tras la tormenta tropical Laura en Cienfuegos pasa inexorablemente por las zonas agrícolas, porque en ellas estuvieron las mayores afectaciones y las más complicadas de afrontar debido, sobre todo, a la dispersión, los elevados volúmenes a acopiar y las numerosas labores a ejecutar.
Yoan Sarduy Alonso, delegado de la Agricultura en ese territorio, explicó a Trabajadores que las principales afectaciones estuvieron en las plantaciones de plátano, en las empresas Horquita y Juraguá, las mayores de esa provincia. También en los cafetales en la zona montañosa, debido a la caída de árboles y en los sistemas de ordeño en las vaquerías por la falta de energía eléctrica.
Como lo indicó recientemente Félix Duartes Ortega, presidente del Consejo de Defensa Provincial de Cienfuegos, se debe lograr ahora cosechar todo el plátano posible para el consumo de la población y el que no esté en condiciones se destinará a alimentar a los animales. Luego hay que iniciar las labores para rehabilitar el cultivo, insistió.
Con esa premisa se trabaja, no solo en las entidades estatales, sino también en las unidades básicas de producción cooperativa (UBPC) y en las cooperativas de producción agropecuaria (CPA), así como en las áreas pertenecientes a los campesinos.
El esfuerzo en el campo es enorme, según ha trascendido. Fuerzas movilizadas apoyan diariamente las labores en aras de disminuir las pérdidas.
Junto con el acopio de todos los productos recuperables marcha la restauración de las áreas; algunas de las cuales requieren de nuevas plantaciones. Lo importante, como han señalado los especialistas, es aprovechar al máximo el tiempo y actuar con rapidez, sobre la base de la experiencia dejada por fenómenos meteorológicos anteriores, algunos de ellos aún más fuertes que Laura.
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