La Organización Internacional del Trabajo (OIT) destacó que la ratificación del convenio sobre trabajo infantil constituye un compromiso a escala mundial para erradicar la esclavitud, explotación sexual y otros trabajos ilícitos y peligrosos donde participan niños.
La aprobación por todos los países miembros del Convenio 182 sobre las peores formas de trabajo infantil constituye un instrumento de protección jurídica para afrontar las más repudiables formas de explotar a los menores, señaló el director general de la OIT, Guy Ryder
Recordó el directivo que entre las modalidades de la explotación infantil también se encuentran el uso de niños en conflictos armados y otras actividades susceptibles de menoscabar la salud, la moral o el bienestar psicológico de los menores.
De acuerdo con las estadísticas del organismo internacional unos 152 millones de niños en el orbe son víctimas del trabajo infantil, de los cuales 73 millones realizan labores peligrosas y el 70 % se desempeña en el sector agrícola.
Según la OIT, entre las causas del trabajo infantil se encuentran la situación de pobreza y las dificultades de los padres para encontrar un empleo decente.
Recientemente, la OIT publicó un informe sobre el impacto de la COVID-19 en el trabajo de menores, en el cual advierte que las situaciones de crisis exacerban el riesgo de trabajo infantil y forzoso, como ocurrió con la epidemia del ébola en el año 2014.
Igualmente, alertó sobre la manera en que las crisis económica y social afectarán a los niños; y en este sentido, estimó que en el 2020 podrían caer en la pobreza extrema entre 42 y 66 millones de menores, los cuales se sumarían a los 386 millones que en 2019 se encontraban en esa situación.
Al divulgar la masiva suscripción del presente Convenio, la Organización Internacional del Trabajo ha significado en su página web que, por primera vez en la historia de esta entidad de Naciones Unidas, todos sus Estados miembros han ratificado una convención internacional del trabajo. (Con información de PL y la OIT)