Desde el pasado mes se efectúan en los colectivos laborales del país las asambleas de representantes, en las cuales se evalúan dos aspectos esenciales: cumplimiento de las acciones para la materialización del Plan de la Economía y la adecuada utilización del Presupuesto 2020 y las proyecciones para los correspondientes al próximo año.
El primero de ellos incluye la consideración de los compromisos concretos para fortalecer el ahorro y los movimientos emulativos y productivos.
Dada la lógica incertidumbre que existe sobre la disponibilidad de materias primas y otros productos y la presencia de la pandemia en todo el mundo, el movimiento sindical ha orientado realizar análisis que se caractericen por su profundidad, a fin buscar y encontrar alternativas que garanticen la materialización del plan, sobre la base de los ajustes realizados, sin que persistan reservas, deterioros o ineficiencias.
Para el próximo mes de septiembre está previsto comunicar a los trabajadores, en asambleas de afiliados, el resultado de las discusiones realizadas.
Resulta obvio intensificar la labor innovadora en cada centro para dar soluciones a los problemas que se presenten y afecten los procesos. El momento exige desterrar las lamentaciones que nada resuelven y sí desmotivan.
Como ha orientado la máxima dirección del país, deben fortalecerse las exportaciones de bienes y servicios, disminuir las importaciones, potenciar la industria nacional, incrementar los encadenamientos productivos y elevar la eficiencia, la productividad y el ahorro.
Los consejos de dirección están en el deber de funcionar mejor que nunca y de la manera más cohesionada posible. No puede pasar un mes sin que se valore la marcha del plan de producción o el estado de los servicios, según el objeto social de cada entidad. Los análisis no pueden ser superfluos o carentes de la información precisa que favorezca el razonamiento colectivo.
Y todo ello, sin descuidar el cumplimiento estricto de las medidas higiénicas y sanitarias para evitar el contagio y la aparición de eventos en los centros laborales. Nos encontramos en un tiempo diferente al habitual, el cual requiere actuar con mayor conciencia y responsabilidad.
En fin, se trata de organizar adecuadamente las acciones en cada colectivo, sin que las improvisaciones dañen la marcha de los procesos o lesionen el cumplimiento del Plan de la Economía y el manejo del Presupuesto.