A Julio Antonio García Trápaga le gusta inventar. Así lo confesó casi al final de la entrevista en la que habló de su trayectoria profesional. Hasta ese momento solo conversaba, con un enamoramiento que admite, de Transfermóvil, la popular plataforma de pagos de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa), cuyo equipo de desarrollo liderea desde su nacimiento hace cinco años.
El primer intento de contactar con el actual director de Comercio Electrónico de Etecsa fue justo durante dos jornadas aciagas a principios de julio, cuando por primera y única vez hasta ahora ese servicio confrontó cierta inestabilidad, con afectaciones que fueron perceptibles para sus usuarios, por lo que Julito —como le dicen sus colegas— definió como “un problema de concurrencia”.
“Hay que tener la capacidad de mejorar rápido para que la percepción del usuario no se vuelva mala”, enfatizó al recordar esa crisis enseguida resuelta.
Y es que los datos del crecimiento en el empleo de Transfermóvil durante estos últimos meses de enfrentamiento a la Covid-19 son impresionantes. Casi exponenciales, afirmó su creador. Más de 860 mil clientes activos a mediados de julio, y un total de 14, 3 millones de operaciones mensuales al cierre de junio, con un incremento superior al millón solo con respecto a mayo. En diciembre del pasado año, seis meses antes, las operaciones a través de la plataforma eran la mitad de esas cifras.
Desde que en marzo comenzara la epidemia del nuevo coronavirus, empezaron a usar Transfermóvil 330 mil nuevos usuarios, más del 35 % del total. El dinero que circula por esa plataforma aumenta entre el 18 y el 25 % cada mes. Un ejemplo, 300 mil familias ya pagan la electricidad por esa vía. Otros servicios de gran empleo son la transferencia de efectivo, la recarga de móviles y el pago de impuestos. Entre los más recientes están la compra de pasajes de ómnibus y trenes, así como las reservaciones hoteleras. Cada segundo Transfermóvil registra más de cinco operaciones diferentes.
“Hay efervescencia en la plataforma”, concluyó Julito, al anunciar para los primeros días de agosto una nueva versión de la plataforma, con más prestaciones y facilidades, que incluyen bonificaciones por su uso en el caso de determinados pagos.
Lo que más impresiona de su pequeño equipo de trabajo, que arrancó únicamente con dos especialistas, es la capacidad para interactuar con más de 20 instituciones que hoy aportan soluciones y abren otras posibilidades para quien emplea Transfermóvil. Como reconocimiento, insistió en nombrar a quienes mayor tiempo le acompañaron en los últimos años: los ingenieros Olain Hernández Romero, Frank Cruz Valbuena y Dayana Pedroso.
“Nuestra filosofía es todos los días avanzar un poquito más, y cada vez hacerlo mejor”, dijo Julito, al precisar que ya la plataforma no es un proyecto solo de Etecsa, sino del país.
Para que ese gran trabajo colectivo funcione, definió, lo principal es que haya organización, una visión clara del proyecto y unidad. “Donde no hay unidad, no hay éxito. Y voluntad para hacer”.
En los últimos dos años, explicó, estamos sacando más de 10 servicios anuales, de alta demanda, a partir de lo que piden los clientes en redes sociales y proponen las instituciones”.
En la creación de cada servicio pueden intervenir entre 15 y 20 personas, al sumar a especialistas de las entidades que lo brindan, además los equipos de trabajo de los tres grandes bancos comerciales. “Porque hay que asegurar toda la contabilidad. No es recargar o pagar y ya. Hay que asegurar cómo llega ese ingreso, las conciliaciones que ello implica. Estas plataformas son pasarelas de dinero y tienen que ser seguras”, razonó este físico de carrera, quien luego hizo su maestría en Ciencias Informáticas y labora en Etecsa desde el año 2002, donde su primer gran aporte fue la plataforma para recargar las tarjetas Propia, que antes de su inventiva no podían ser reutilizadas.
“Cuando se acercan los períodos de lanzamiento de otra versión de Transfermóvil podemos trabajar 10 horas o más. En agosto del año pasado —recordó— salieron varios servicios, trabajábamos 14 y 16 horas, íbamos a la casa solo a dormir. Fue muy intenso”.
Tampoco es que Transfermóvil sea perfecta, y sus realizadores lo saben. Admitió Julito que a mediano plazo, por ejemplo, piensan en mejorar su diseño. El tiempo es el principal contendiente a vencer. “Entre cambiar el diseño y sacar nuevos servicios, optamos por lo segundo, pues es lo que el país más necesita ahora mismo. El diseño es muy mejorable y en las últimas ediciones no ha tenido cambios sustanciales, pero hacia el 2021 podría hacerse”, avizoró.