Duramente golpeada por la pandemia de la COVID-19, la Eurozona experimentó una caída económica del 12,1 % en el segundo trimestre del 2020 frente al periodo de enero a marzo, lo que entraña el mayor retroceso de su historia.
De acuerdo con la información difundida desde Bruselas por la Oficina Europea de Estadísticas (Eurostat), en comparación con el mismo lapso del año anterior, la disminución del Producto Interno Bruto (PIB) en el área de la moneda común fue de 15 puntos porcentuales.
La información recordó que las contracciones registradas durante el primer trimestre fueron de 3,6 % en términos trimestrales, y de 3,1 % con relación a la cifra del año precedente.
El conjunto de la Unión Europea reportó perjuicios similares, según abundó el reporte.
Frente al primer trimestre, el retroceso del segundo resultó en una cifra hasta ahora no vista de un 11,9 %, mientras que en el análisis por años el descenso fue de 14,4 puntos porcentuales.
Eurostat destacó que el país más afectado durante el segundo trimestre fue España con un desplome económico del 18, 5 %, tras haber registrado una caída entre enero y marzo de 5,2 puntos porcentuales. En términos anuales España es también el país más castigado con una disminución del 22 % del PIB, seguido de Francia con 19 puntos menos e Italia con 17.
Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) informó que carece de precedentes la cantidad de trabajadores sujetos a programas de regulación temporal de empleo en la Eurozona como consecuencia de las medidas de aislamiento por la COVID-19.
En su boletín económico, divulgado desde Berlín, la entidad señaló que las solicitudes de las empresas para acogerse a esos programas estaban compuestas por 10,6 millones de empleados en Alemania, 12 millones en Francia, 8,1 millones en Italia, 3,9 millones en España y 1,7 millones en los Países Bajos.
Según el BCE los programas de regulación temporal de empleo en la zona del euro contuvieron el alza del desempleo ante el complejo escenario económico que representa la COVID-19.
Sin embargo, advirtió que no todos los trabajadores acogidos a esta opción podrán recuperar sus empleos anteriores y como consecuencia crecerá la desocupación.
Por ello la calificación de trabajadores desempleados como inactivos podría afectar las estadísticas reales y mostrar una baja en la desocupación en la zona del euro, enfatizó.
Las medidas adoptadas, señaló, pueden contribuir a que el mercado de trabajo se recupere con más rapidez al facilitar a las empresas y empleados la reanudación de su actividad si la relación laboral hubiese cesado.
Los países de la Eurozona introdujeron programas de regulación temporal de empleo para limitar los despidos, sostener las rentas y facilitar la reducción efectiva de los costes salariales de las empresas. (Con información de Prensa Latina y El País)