Con el patriotismo y la rebeldía que adquirió del padre y el abuelo paterno, ambos mambises, y de familiares que colaboraron con el luchador antimperialista Antonio Guiteras a través de La Joven Cuba, Alejandro Ferrás Pellicer marchó al asalto al cuartel Moncada junto a sus hermanos Antonio y Armelio, hoy ya fallecidos, en la alborada de la Santa Ana, hace 67 años.
Entre anécdotas y diversos recuerdos transcurrió el reconocimiento que el movimiento sindical le tributó en su hogar de la barriada capitalina de Cayo Hueso a este moncadista nacido en Gibara, habanero desde los años cuarenta y que atesora 99 almanaques.
Y aunque el paso de los años le nubla algunas vivencias de la etapa insurreccional, su rostro resplandece cuando se trata de Fidel, el 26 de Julio, el exilio, los compañeros de lucha… Con la ayuda de su hijo, rememora.
Cuando Alejandro Ferrás Pellicer conversó por primera vez con el joven abogado Fidel Castro Ruz, vio en él al genuino guía capaz de llevar adelante el camino de la lucha armada contra la dictadura batistiana.
Dialogaron alrededor de dos horas. Ferrás le preguntó a Fidel acerca de sus ideas políticas. Lo escuchó y quedó convencido de tener ante sí al líder que necesitaban para emprender un programa de justicia social y liberación nacional. A partir de ese contacto, integró el movimiento clandestino que formó parte de la legión de combatientes de la Generación del Centenario.
“El mejor homenaje es el diario cumplimiento del deber. La historia continúa. A usted que tanto ha hecho por la obra de la Revolución, muchas felicidades y que nos siga acompañando”, le expresaron en nombre del movimiento sindical Consuelo Baeza Martín y Milagro de la Caridad Pérez Caballero, integrantes del Secretariado Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), al entregarle el reconocimiento enviado por Ulises Guilarte De Nacimiento, secretario general de la CTC.