En el contexto de la conmemoración por el aniversario 67 de los sucesos del 26 de julio de 1953 el gremio del Comercio, la Gastronomía y los Servicios en Santiago de Cuba rindió honores a los mártires de esa epopeya.
Una representación de trabajadores de dicho sector, también en nombre de la Central de Trabajadores de Cuba y sus sindicatos, acudió hasta el cementerio de Santa Ifigenia, donde se erige el panteón que recuerda a los caídos en los asaltos a los cuarteles Moncada, en la ciudad santiaguera, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo.
Los presentes, en su mayoría jóvenes, como ejemplo tangible de que somos continuidad, colocaron sendas ofrendas, una dedicada a todos los que entregaron su vida en aquella gesta heroica y otra a Fernando Chenard Piña, mártir de los trabajadores del Comercio, la Gastronomía y los Servicios.
Ante el monumento, y en presencia de Ángela Clavel Peña, miembro del Secretariado Nacional del sindicato del ramo; y Olga Veitía Puchades, su máxima representante en Santiago de Cuba, se evocaron las cualidades revolucionarias y humanas de Chenard Piña, esas que se resumen en las palabras expresadas a la hermana antes de partir al Moncada:
“Si yo me salvo y esto se pierde puedes ponerte luto por la patria; si yo muero y esto se salva, vístete de rojo que ha triunfado la patria”.
El momento de tributo y evocación al 26 de julio de 1953 fue propicio para igualmente rendir honores al artífice fundamental de la hazaña, el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz, con el depósito de flores frescas junto al monolito que guarda sus cenizas en el camposanto de la Ciudad Héroe.