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RETRATOS: Seducida por la historia

Quien llega al Mausoleo a los Mártires de Artemisa y escucha hablar a su directora, Mabel Martínez Deuloufeu, sale conmovido por sus palabras. Habla con pasión de cada uno de los mártires artemiseños que combatieron en el Moncada, recuerda los mínimos detalles; cómo algunos fueron asesinados ese 26 de Julio de 1953, menciona la angustia de las familias por sus hijos y cómo donaron las pertenencias de sus muchachos para que permanecieran cerca del pueblo.

Mabel Martínez Deuloufeu en pleno trabajo.Foto: Agustín Borrego Torres.

Ella sabe que en cada objeto hay un pedacito de esos hombres de carne y hueso que dieron sus vidas por la Patria, cada pieza significa un momento especial: el juego de ajedrez de Ciro Redondo, hombre inteligente; el traje de Julito Díaz, bello en su mocedad, o el corazón de madera perteneciente a Emilio Hernández, con la foto de una novia que él tuvo.

“La historia hay que darla con emoción, con el corazón; hay que lograr que quienes nos visiten se interrelacionen con estos hombres inmensos, que dejaron tantas cosas por hacer para ir a defender a su nación”, expresó con la locuacidad que la caracteriza.

Hoy Mabel no puede vivir sin el Mausoleo; sueña con esta institución. No obstante, en 1988, cuando se graduó como licenciada en Historia del Arte, en la Universidad de La Habana, aspiraba a trabajar en una galería o algo vinculado con la cultura. Sin embargo, por suerte para ella, fue designada para el Mausoleo.

En una de las visitas de Fidel al Mausoleo. Foto: Cortesía de la entrevistada

Desde siempre el sitio la impresionó, pero su permanencia ahí la acercó más a su tierra natal y por supuesto, a sus tradiciones. “Empecé con tremendos deseos de hacer cosas e intenté transmitir una historia viva. Te acercas y no solo estas mirando al mártir, al combatiente; estas descubriendo al ser humano que está detrás del héroe, que fue capaz de sacrificar su vida por una idea. Y eso hace que el trabajo lo asumas con más compromiso.”

Al año de comenzar sus labores, fue nombrada directora de la entidad, que según dice, representa para ella su proyecto de vida y el empeño de preservar la historia de la tierra roja. “Este memorial – afirmó hace algún tiempo en una entrevista─, tiene como primeramisión conservar, proteger, acoger los restos de esos combatientes; y después, promover la historia de Artemisa y su patrimonio cultural”.

Para Mabel resultan imborrables las dos visitas realizadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz al Mausoleo. La primera fue en el 2001. “Entonces yo era muy joven y al tenerlo delante sentí que se me derrumbaba el mundo.  Pero me dije que no podía llorar, necesitaba tener la cabeza fresca para poder atenderlo”, expresó hace algún tiempo cuando la entrevistamos. La sencillez y el gran calor humano que transmitía el jefe cubano la cautivaron y todo transcurrió de forma natural. Recuerda que ese día conversó con ella sobre Artemisa y los artemiseños y al llegar a los nichos de Julito Díaz y Ciro Redondo, se detuvo y visiblemente emocionado les pasó la mano.

El segundo encuentro con el líder cubano fue el 24 de julio del 2010.“Me puse la camisa verde olivo y vine a visitar   el Mausoleo”, fueron las primeras palabras que el líder de la Revolución dirigió a Mabel.

“El recuerdo de Fidel es imborrable, aquí está siempre presente; los artemiseños confiaron en él, lo siguieron a la acción y no lo defraudaron. Para mí fue un privilegio haber vivido esos momentos y compartir con él la historia de mi pueblo”, apuntó.

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