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Ustedes han encontrado su Moncada

Por Alina Perera Robbio / Presidencia de Cuba

 

Emotivo de principio a fin ha sido el encuentro que se produjo en la tarde de este martes, desde el Palacio de la Revolución, entre la dirección del país y dirigentes juveniles y estudiantiles, junto a otros cubanos que tienen el mundo por delante y que han sido valiosos protagonistas en la lucha de Cuba por ganar la pelea al nuevo coronavirus.

 

 

El principal propósito era conversar sobre qué han hecho nuestros jóvenes, adolescentes y niños en estos tiempos de pandemia. Para dirigir esa especial confluencia se encontraban presentes el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Machado Ventura, y el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz.

Motivados por compartir emociones y experiencias, se juntaron en el recinto las voces de los que representan a nuestros jóvenes, estudiantes y niños, así como de quienes, desde otros lugares del país y a través de video-conferencias, contaron sobre sus historias de entrega y altruismo, todo el tiempo desde la sencillez, el sentido de pertenencia, y la pasión.

El Jefe de Estado abrió el diálogo con un cálido saludo «a todos los jóvenes»; y seguidamente expresó: «A nosotros nos parecía que era oportuno —en estos díasen que estamos en vísperas de una conmemoración más del 26 de Julio, donde la generación histórica protagonizó la gesta del Moncada—, poder tener un encuentro con una representación de los jóvenes cubanos que de manera tan activa han estado participando en las tareas del enfrentamiento a la COVID-19».

«Siempre se ha hablado —enfatizó el Presidente— de lo importante que es, para el compromiso con la Revolución, comprender la magnitud de la gesta del Moncada. Todas las generaciones que nacimos con la Revolución siempre nos hemos planteado también cuándo vamos a tener nuestro Moncada; y yo creo que cada una de esas generaciones, en la misma medida en que hanparticipado en la propia obra de la Revolución, han identificado cuál ha sido su Moncada».

El mandatario dijo a los jóvenes: «Creo que ustedes en momentos como estos, que han sido momentos de una extrema complejidad, han jugado un protagonismo tremendo. Uno lo ve cuando ha recibido a las brigadas médicas que han estado ofreciendo ayuda solidaria a otros países, en la cantidad de jóvenes que han integrado esas brigadas. Conocemos de muchas anécdotas y muchas historias de vida».

Díaz-Canel no pasó por alto «cómo se han sumado jóvenes, voluntariamente, a los centros de aislamiento, al trabajo en los hospitales». Subrayó que «cuando más casos activos teníamos, los jóvenes participaron (…) en un grupo de actividades de aseguramiento; estuvieron vinculados (…) a la atención a los más vulnerables, o están vinculados a la atención a los más vulnerables; se han presentado como voluntarios ante las direcciones de los Consejos de Defensa Municipal, a las autoridades de los barrios y de las comunidades para también mostrar su disposición».

Por tales razones el mandatario hizo énfasis en que resultaba «importantísimo» tener la posibilidad de sostener un encuentro como este, a modo de homenaje a la gesta de la Generación del Centenario, que hiciera un recorrido por las experiencias, motivaciones y compromisos de los jóvenes de hoy, y especialmente por las enseñanzas derivadas de esa participación,«porque creo que, independientemente de que ahora el momento del Asalto fue el enfrentamiento a la COVID-19, ustedes tienen un espacio tremendo para participar también en el empuje que tenemos que darle al país en la economía, y en cómo los jóvenes pueden estar participando en la estrategia económica y social».

Díaz-Canel habló a sus interlocutores sobre una canción de Silvio Rodríguez, nombrada precisamente Todo el mundo tiene su Moncada, obra que el poeta escribió a pedido de Haydée Santamaría que fue, recordó, una de las dos mujeres que participaron en las acciones del 26 de Julio.

«Esa canción —definió el Jefe de Estado— es un modo de dargraciasa los héroes y heroínas de aquella gesta, y al mismo tiempo, si eso lo llevamos a estos mismos razonamientos que estamos haciendo con ustedes, es la confirmación de que ellos existen, y existirán por siempre, y existirán en jóvenes como ustedes que también han protagonizado el Moncada de estos tiempos».

Entonces pidió a los jóvenes que se entregaran a un debate que con toda seguridad aportaría a la dirección del país sobre «muchas cosas de las que podremos organizar en un futuro también en participación, en otras tareas importantes de la Revolución».

 

Que las buenas experiencias se mantengan

Por la posibilidad de un intercambio como este, el Primer Secretario del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), Diosvany Acosta Abrahante, quiso expresar el agradecimiento por la oportunidad dada a los estudiantes y jóvenes cubanos, de poder compartir las experiencias de esta etapa de trabajo.

De activa calificó «la participación de los jóvenes en toda esta batalla por la vida de nuestra gente», y expresó que el sentimiento fundamental que ha estado moviendo a las nuevas generaciones en estos tiempos recientes ha sido «ese deseo de aportar, de hacer, de aportar a nuestra Cuba, de aportar a la Revolución, con las convicciones que nos han acompañado siempre a lo largo de los años de Revolución y que ha sido el legado también de Fidel, de Raúl, y de la generación histórica de la Revolución».

Diosvany Acosta explicó que «desde el inicio de esta batalla se conformaron en todo el país un grupo de brigadas que llevaron por nombre «Jóvenes por la vida», porque era ese el sentimiento que estaba moviendo a la juventud y al pueblo cubano —de defender la vida de nuestra gente— y en ese propio intercambio pudimos estar revitalizando un grupo de tareas: el propio trabajo voluntario, y esa convicción de los jóvenes de aportar y de hacer de las tareas de impacto social, económico, productivo, las tareas que el país necesite».

El nombre de las brigadas, dijo el Primer Secretario de la UJC, es esencial, porque en sus palabras está representada la Revolución, que es una «obra de vida y representa también el proyecto de vida para los jóvenes cubanos».

Fue larga la enumeración ofrecida por el dirigente juvenil sobre las tareas acometidas por los jóvenes y que constituyen prioridades del país: participaron más de 2 255 brigadas «Jóvenes por la vida», integradas por 75 891 cubanos. Esa fuerza estuvo vinculada a la producción de alimentos, y fue la que ayudó enla pesquisa de Salud Pública con los estudiantes de Ciencias Médicas y otros jóvenes que se sumaron.

Nacieron brigadas para contribuir al desarrollo energético, para acrecentar la conciencia sobre la necesidad del ahorro. Gracias a más de 800 brigadas, según explicó Diosvany, se han realizado más de cuatro millones de visitas a viviendas y a centros laborales. Incluso algunas visitastuvieron lugar dos veces, siempre en la búsqueda de la efectividad de esos intercambios.

Las nuevas generaciones han estado presentes en los consejos energéticosa todos los niveles, al igual que en los Consejos de Defensa, han sido vitales en el apoyo al orden interior del país, estuvieron presentes en centros de aislamientos en los momentos más complejos, y conformaron brigadas para la recuperación cañera, del mismo modo que no estuvieron ausentes en el sistema de atención a las familias más vulnerables.

Los jóvenes han estado en la construcción, en los polos productivos del país, en las comunidades, organizando el transporte público, ocupándose de la mensajería y atendiendo preocupaciones de muchas personas en estos tiempos de pandemia. Se han destacado desde nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias, desde el Ministerio del Interior, el sector de la Salud, los servicios comunales, y otros espacios.

Los estudiantes universitarios también han llegado hasta las comunidades, y hasta cada circunscripción del Poder Popular. Más de 47 mil estudiantes de Ciencias Médicas han estado presentes en zonas complejas o declaradas en cuarentena. Y la impronta de ellos llegó incluso hasta los centros de comercio.

Los estudiantes de Periodismo, de Comunicación Social, de Diseño, se sumaron a lo largo de la Isla a los telecentros, a las emisoras de radio, y a las redes sociales desde las cuales amplificaron mensajes y las medidas adoptadas por el Gobierno en estos tiempos de COVID-19.

Los futuros psicólogos y los jóvenes artistas también han tomado parte en una batalla por la vida, por cuyos resultados serán reconocidos más de 110 mil jóvenes y 500 centros en toda Cuba.

El dirigente juvenil destacó la necesidad de sostener lo aprendido durante estos meses. «Hay que seguir dando respuesta a cada una de las tareas que se necesiten», todo de forma organizada, puntualizó, evitando gastos innecesarios.

 

Voces de protagonistas

Desde Holguín, a través de video-conferencia, el joven José Antonio Méndez Mora, quien trabaja como especialista en Medicina General Integral en el Hospital General Docente Vladimir Ilich, compartió sus vivencias durante los días de la pandemia, cuando fue llamado a participar directamente en la Zona Roja del Centro de Aislamiento Villa El Cocal. Fueron jornadas inolvidables;allí se diagnosticó el primer caso de COVID-19 en la provincia.

José Antonio atendió a extranjeros y a cubanos, y en algún momento vivió la atención a un evento de numerosos casos positivos. Nunca pensó, dijo en el encuentro, que le fuera a tocar el enfrentamiento a situaciones de tal envergadura. Y lo otro que le ha marcado ya para siempre es cómo la entrega dio como fruto la sensación de que estaba dentro de una gran familia.Entre sus grandes orgullos, está saber que su provincia no reporta casos desde hace más de 70 días; y eso es algo que le hace hablar, también con orgullo, del sistema de atención de salud de su país.

El segundo protagonista en hacer uso de la palabra fue el granmenseObilagilio Mendoza Acosta, integrante de la Brigada Henry Reeve que asistió al Principado de Andorra en la lucha contra la COVID-19.

Trabajador del Hospital General Provincial Carlos Manuel de Céspedes, este profesional de la Salud recordó durante el encuentro cómo fue que él y sus compañeros de la Isla llegaron, como internacionalistas, a un escenario que despertó en ellos no pocas incertidumbres. Ese fue el comienzo de una historia de enfrentamiento a la pandemia, cuya primera saga fue el especial recibimiento que las autoridades y el pueblo de Andorra supieron ofrecer.

«Llegamos con la satisfacción del deber cumplido», afirmó Mendoza Acosta, quien contó además cómo fue que la verdadera realidad de Cuba se fue abriendo paso entre los anfitriones, y cómo sin arrogancia pero con los conocimientos adquiridos, representaron al sistema de Salud de la Mayor de las Antillas.

Se sumaron los testimonios de jóvenes como Juan Carlos Blanco Loret, estudiante de la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey —quien formó parte de un movimiento que realizó pesquisas en 31 áreas de salud, donde primaron la creatividad y la reflexión sobre tareas que vendrán—. O lo vivido por Tatiana Prieto Domínguez, doctora que en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) ha trabajado en turnos de rotación atendiendo directamente a pacientes de COVID-19, por lo cual no han sido pocas las incógnitas que ha habido que despejar en el camino científico.

Así, se fueron escuchando los testimonios de Rafael García Tamayo, de la provincia de las Tunas, joven campesino vinculado a la producción de alimentos que han tenido como destino a Centros de Aislamiento y de la Salud; o de Karla Santana Rodríguez, de la Universidad de La Habana, quien tiene un mundo de anécdotas sobre sus múltiples tareas de enfrentamiento a la COVID-19.

En voz de sus dirigentes, fue escuchado el sentir de la Federación Estudiantil universitaria (FEU), de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), y de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM). Como factor común de estas organizaciones, emergió el aprendizaje de estos meses de lucha, el fortalecimiento en lo ideológico y en los sentimientos, y la certeza de que vendrán nuevas tareas, no menos desafiantes, para ser cumplidas.

 

Felicitación y reconocimientos

Con mucha satisfacción se expresó el Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Machado Ventura, sobre lo realizado por la juventud cubana en estos tiempos. En su entender «aquella frase que estuvo por un tiempo gravitando, que se refería a que la juventud está perdida» ya no es algo que «se menciona, ¿por qué?: lo han ido demostrando ustedes. A lo largo de estos últimos años han tenido tareas muy significativas, se han podido destacar, han ido a lo concreto».

«Los felicito a todos ustedes por el trabajo que han hecho, por el enfoque que tienen del momento en que nos encontramos, por la madurez y el sentido del deber que saben que les corresponde. Lo están cumpliendo, y lo van a cumplir cada vez con más esmero, con más calidad, y con mucho más patriotismo», afirmó José Ramón Machado Ventura.

Por su parte el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, compartió su percepción de que en «esta batalla que hemos librado junto al Presidente, día a día en el chequeo del enfrentamiento y el control del nuevo coronavirus, hemos tenido la satisfacción, siempre, de que en cada uno de los más difíciles escenarios, hemos podido apreciar la presencia de la juventud.

«Aquí tuvimos momentos difíciles», recordó Marrero Cruz, quien volvió a los días en que había un déficit importante de personal en los hospitales; y en frentes tan importantes como los de limpieza y lavandería, pudo encontrarse la solución gracias al apoyo de los jóvenes «que de manera voluntaria, desde diferentes centros estudiantiles pero también desde centros de trabajo, dieron su paso al frente».

Habló entonces de cómo las nuevas generaciones han estado sembrando, cosechando. «Creo que ha sido una satisfacción más grande (…), y no esperábamos otra cosa, realmente, de ustedes». El Primer Ministro expresó su convencimiento de que «siempre podremos contar con esa juventud, con nuestros estudiantes, que se sienten fieles herederos de esos combatientes del Moncada y de todas las gestas de nuestra Revolución. Yo también me sumo a la felicitación y al reconocimiento que realmente se han ganado, vestidos de largo, con ese ejemplo y esa demostración que ustedes han dado».

Hacia el final del encuentro, Díaz-Canel dijo que un intercambio como este «fortalece las convicciones, enaltece cuando uno ve la respuesta que ha tenido nuestra magnífica juventud».

A los jóvenes interlocutores, el Presidente cubano les extendió el reconocimiento y las felicitaciones, un fuerte saludo que el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz, quiso enviarles «por el aporte y la contribución que han dado en el enfrentamiento a la COVID-19».

«Traigo a colación también, destacó el Jefe de Estado, que Fidel habló muchas veces de su fe en los jóvenes, y en alguna ocasión expresó que si los jóvenes fallan, todo fallará; y la prueba que ustedes nos han dado en este verano intenso y difícil, trabajando en los hospitales, limpiando locales y sirviendo a los contagiados, es el equivalente aquí en la Patria a lo que han hecho nuestros colaboradores de la Salud en más de 60 países, y por eso hoy podemos afirmar que ustedes no solo no han fallado, sino que ustedes han reafirmado la fe revolucionaria en la juventud cubana, que Fidel nos legó. Y las vivencias, los testimonios que nos han entregado hoy, junto a los que ya conocíamos por referencia de los medios durante estos meses, nos confirman una vez más la nobleza y el valor de la juventud cubana».

Díaz-Canel reparó en que la edad «que ustedes tienen ahora es muy similar, sino la misma, que tenía por ejemplo Raúl cuando asaltó el Palacio de Justicia en Santiago de Cuba, y que tenían el Comandante Ramiro y otros compañeros de la Generación del Centenario; y 67 años después de aquellas acciones que estamos cerca de conmemorar, el mejor homenaje que puede hacerse a la Generación del Centenario, es esta entusiasta disposición de nuestros estudiantes y jóvenes en general».

Acudió entonces a una frase muy cubana, que han usado nuestros jóvenes, de «meterle con todo» a la COVID-19, «en el centro mismo de un campo de batalla mundial donde Cuba ocupa digna y creativamente la vanguardia».
«Ustedes —enfatizó el Jefe de Estado— acudieron con coraje a la pelea, y han regresado a sus hogares como vencedores de la pandemia, del miedo, y del egoísmo.

«Esa canción de la que les hablaba al principio, de Silvio, que tiene como título Todo el mundo tiene su Moncada, dice algo así:

“Menos mal que existen
los que no miden qué palabra echar,
ni siquiera la última.
Se arriman a la noche y al día
y sudan si hay calor
y si hay frío se mudan.
No esperan echar sombra o raíces
pues viven
disparando contra cicatrices”.

«En la edad de la fuerza, la pasión, y el gusto por los desafíos, ustedes han elegido canalizar sus energías en el lugar más riesgoso, y cumplir sencillamente con el deber, en las tareas más humildes. Nadie debe dudarlo: nuestra juventud cubana está haciendo historia.

«Ustedes han encontrado su Moncada, y es muy bueno que existan jóvenes como ustedes en la Patria. Asimismo esperamos que nos apoyen en la Estrategia económico-social para impulsar nuestra economía, y yo creo que en próximos encuentros podríamos estar hablando de cómo la juventud cubana va a estar participando también en todas esas tareas, que es lo más importante que tenemos ahora, después de la recuperación de la COVID-19.

«Pudimos, podremos, y venceremos. Muchas gracias a ustedes y la felicitación por todo el aporte», concluyó el Presidente cubano, quien fue a despedirse de los jóvenes presentes, y que mientras iba hacia ellos comentó: «Excelentes las vivencias de los muchachos…».

En aquel recinto, todos de pie, como una gran familia desafiada una vez más por la tormenta que habrá de sortearse en unidad e inteligentemente, Díaz-Canel, Machado Ventura, y Marrero Cruz se mezclaron en un diálogo que no termina sobre cómo seguir haciendo el país soñado. De fondo sonoro, dejando entrever las maravillas de la poesía anclada a la vida, se escuchaban los versos de Silvio Rodríguez hechos canción: «Menos mal que existen/ los que no tienen nada que perder,/ni siquiera la muerte».

 

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