A pesar de las limitaciones de recursos y de la situación generada por la pandemia de la COVID-19, la Empresa Eléctrica de La Habana continúa dando pasos para mejorar la calidad del servicio, según aseguró su director, el ingeniero Mario Castillo Salas.
Al intervenir en el balance de trabajo del segundo trimestre del año, precisó que disminuye de forma significativa (en un 22 % en relación con el 2019) el tiempo de interrupción al usuario (TIU), y dijo que esta es la respuesta de los trabajadores eléctricos en tiempos de pandemia.
La agenda de la reunión incluyó también aspectos relacionados con la seguridad y salud del trabajo, la accidentabilidad, la eficiencia y los resultados económicos, la formación y preparación de los recursos humanos, el ahorro y la atención a las pérdidas eléctricas, entre otros.
Sobre la atención al cliente, la directora de esta esfera, Sandy Medina Muñoz, refirió que se ha implementado un sistema integral para elevar el grado de satisfacción.
Señaló que en la etapa fueron atendidas 7 mil 512 quejas, de las cuales procedieron 4 mil siete.
Un tema debatido con profundidad lo fue la seguridad y salud del trabajo, sobre el cual se pronunciaron varios directores de unidades empresariales de base (UEB).
Frank Mulet, director de la UEB de San Miguel del Padrón, refirió que en el territorio ocurrió un accidente en la etapa evaluada, que fue evaluado de grave. Aseguró que muy pocos son casuísticos y casi siempre ocurren por errores humanos, de ahí todo lo que puede hacerse preventivamente.
Al comentar sobre ello, el director de la empresa manifestó que el primer trimestre cerró sin accidentes mortales, ni otros con implicaciones graves. “Es de las cosas que siempre resaltamos pues tiene que ver con la vida de los seres humanos”.
En este sentido, esclarecedoras resultaron las palabras de Dariel González, especialista principal de Seguridad y Salud del Trabajo. Son los seres humanos —recalcó— los que cometen errores y provocan accidentes. Muchas veces no se tiene percepción del riesgo y se violan las cinco reglas de oro.
Exhortó a realizar las inspecciones correspondientes, a que el tema sea de constante análisis en los colectivos, y a que una persona determinada responda por esta actividad
Las pérdidas eléctricas propiciaron varios pronunciamientos. El director de la empresa aseveró que el asunto se ha abordado con fuerza en las últimas semanas en el Consejo Energético Nacional, por su consiguiente relación con las ilegalidades, el robo de electricidad y las pérdidas económicas que representan.
Explicó que las pérdidas eléctricas —la diferencia entre la energía que entra a la ciudad y la que se logra facturar a los clientes— tienen un margen de valores tolerables entre un 12 y un 14 %. La empresa previó un 18.75 % y cerró con un 18.66 %.
Consideró que se siguen teniendo pérdidas muy altas y en este sentido subrayó que es largo el camino a transitar de cara a las ilegalidades y al robo de electricidad.
“Por primera vez en los últimos tres años llegamos al balance del primer semestre del año con las pérdidas cumplidas. Ha sido un trabajo intencionado que nos ha permitido enmarcarnos en los valores planificados”.
Al responder algunas interrogantes de las periodistas invitadas al balance, el directivo destacó que durante el enfrentamiento a la COVID-19 la empresa continuó laborando y para ello se tomaron las medidas de seguridad correspondientes con el objetivo de velar y preservar la salud de los trabajadores, que aquí suman más de 4 mil.
Entre las principales acciones llevadas a cabo en el período mencionó algunas inversiones dirigidas, sobre todo, a garantizar la infraestructura, pues no se han contado con los recursos materiales necesarios para continuar trabajando en el programa de rehabilitación de redes de la capital.
Por tanto —agregó— nos hemos dedicado al diagnóstico y mantenimiento, de manera que estos programas suplan los otros y al final obtener los mismos resultados, con índices menores de interrupciones y afectaciones.
Informó que se han rehabilitado y mejorado las subestaciones eléctricas, los sistemas soterrados y el alumbrado público en más de 8 avenidas de los municipios de San Miguel del Padrón, Arroyo Naranjo, Plaza de la Revolución, y en la playa de Guanabo, en la Habana del Este.
Entre las proyecciones, manifestó que los mayores esfuerzos se concentrarán en los mantenimiento, pues hay muchos recursos instalados en las redes que pueden aprovecharse.
Destacó la fuerza técnica con que cuenta la empresa en cada una de sus UEB, así como la importancia de lograr encadenamientos productivos con la industria nacional.
Otorgó gran importancia al ahorro de la electricidad, relacionado con la generación de combustible, que se adquiere a precios bien altos y en mercados prácticamente inaccesibles a causa del bloqueo.
Estamos en un momento en que hay que maximizar el ahorro, no solamente en el sector estatal donde siempre se ha trabajado con mucha fuerza. La familia cubana tiene posibilidades de ahorrar, sin perjudicarse, y hay muchas cosas que se pueden hacer, enfatizó.
Precisó que en estos momentos no se está cobrando el servicio como es costumbre, según las indicaciones dadas por la máxima dirección del país, “pero llegará el momento que tendremos que recaudar toda esa energía que no se ha pagado y que se encuentra acumulada en muchos hogares”.
A la reunión asistió Eda López González, miembro del Comité provincial del Partido en la capital, quien valoró el balance de muy positivo, ya que la empresa tiene identificados sus principales problemas y el reto está en trabajar con los seres humanos.
Dijo que en el colectivo y sus cuadros aprecia responsabilidad, sentido de pertenencia, disciplina; factores indispensables para continuar adelante.
Material Relacionado
