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La Guagua: ojos y brazos contra coleros y revendedores

En La Guagua: Además del ojo, hace falta más dijimos: Y al dicho muy viejo de que “siempre hay un ojo que te ve” hay que agregarle que no siempre está tampoco la mano que restablezca el orden y la legalidad, ya sea por la falta de una oportuna denuncia, o porque esa alerta fue desoída debido a los más insospechados motivos.

A bordo de esa guagua, se comentó que como mismo se reclama no descuidarse ni tener exceso de confianza para evitar el rebrote de la COVID-19, también es imprescindible no perder terreno en lo avanzado contra una pandemia social, cuyo enfrentamiento requiere que se detecte la cadena de contactos que van desde los receptadores hasta la fuente de abastecimiento.

 

Víctor Ángel Fernández González hizo llegar un Comentario Digital con varias ideas que iremos desarrollando, y empezamos por esta:

Los que ya somos más viejos, escuchamos muchas veces y también repetimos, la frase de “Fidel se entera de todo”. No era mago, ni tenía poderes sobrenaturales. Eso sí, siempre practicó el método de, luego de escuchar (a veces incluso antes) a todos los jefes que le informaban sobre procesos y cumplimientos, rompía el protocolo y se acercaba al hombre de campo, el que estaba con la yunta de bueyes o con el apero de labranza, de manos marcadas por la tierra y sudor que prestigiaba su trabajo y les preguntaba, “del pe al pa”. Hacía lo mismo con un científico en un laboratorio, con un deportista, con quienes muchas veces compartió juegos o con un maestro en un aula. La magia era sencilla: salirse del informe de “cumplo y miento” y hablar con los que tenían la verdad en su vida

Sus palabras también pueden servir de introducción al abordar los Comentarios Digitales escritos en No hay brazos cruzados ante los coleros pues para actuar, primero hay que enterarse e indagar sobre el terreno, sobre todo cuando se trata de enfrentar una especie de nuevo coronavirus social comparable con un monstruo de muchos brazos y cabezas que cada vez que no se cortan bien, le nacen dos.

En esa nota se abordan los modus operandi de los denominados coleros, pero también hay datos sobre los resultados del enfrentamiento en el país desde el inicio de la COVID-19 en marzo pasado:

Se ha actuado sobre 1 285 coleros.

Recibieron medidas profilácicas: 453

Fueron multados: 634

Resultaron acusados por los delitos de Actividad Económica Ilícita, Desobediencia, Acaparamiento y Propagación de Epidemias: 280.

El Presidente de la sala de lo penal de Tribunal Supremo Popular, Magistrado Otto. E. Molina Rodríguez, dice:

Es un fenómeno que posee una peligrosidad que lo enmarca en los tipos penales que el código prevé: actividad económica ilícita, la especulación y el acaparamiento. Estos delitos influyen en el desabastecimiento de los comercios y provocan una alteración en la correcta distribución y consecuentemente, no lleguen a las personas todas las mercancías necesarios para satisfacer sus necesidades.

En el Comentario Digital de De Moa se hace evidente lo planteado por Víctor Angel Fernández González, pues, en casos concretos como este, hay que acercarse a las personas y preguntarles, pues independientemente de que se requiere actuar contra los inescrupulosos, la mejor solución es hacerlo todo bien y para ello también es necesario estar enterados hasta de los más mínimos detalles.

De Moa dice:

Las colas son un problema real, ahora también hay otras colas que son injustas en su procedimiento y me explico:

Por ejemplo en Holguín ya están vendiendo las esperadas unidades de motos y solo tienen acceso a dichas unidades las personas que viven en la cabecera provincial, pues los ciudadanos de los municipios, por la distancia y otras condiciones como no tener dónde quedarse en la cabecera provincial están sin solución, y estoy hablando con base pues llamé al mismo gerente de la tienda SASA y dijo que lo de ellos es vender no controlar la cola y hasta cierto punto es entendible, sin embargo lo que no es entendible es que por vivir a 178 KM (Moa) no se pueda comprar dichas unidades.

Situaciones como las que padece De Moa crean el caldo de cultivo para los coleros y revendedores que se aprovecharán de las necesidades y posibilidades de los demás, pero para actuar con mayor acierto, se requiere escudriñar hasta el más mínimo detalle para que el control y enfrentamiento a esta pandemia social sean efectivas.

Y si ni por asomo el gerente dio muestras de que comunicaría la situación, sino que abiertamente proclamó que lo de ellos es vender, significa que le venderán lo mismo a un colero, un acaparador, un especulador, que un revendedor.

De Moa agrega:

Y por si fuera poco llamé a la recepción para saber por cuál número iba la cola para saber cuándo viajar y dicen que ellos no saben, que lo de la cola es afuera.

Sin dudas, otro acto de insensibilidad que favorece el caldo de cultivo del nuevo coronavirus que daña el tejido social.

En resumen: Tal y como dice la nota tomada del sitio del MININT:

El pueblo es el mayor afectado con el actuar oportunista de estas personas, por lo que corresponde a la mayoría impedir que unos pocos acaparen lo que nos corresponde a todos.

No creamos que este problema se controlará como la COVID-19 en pocos meses, pues se trata de un combate largo en el que un final feliz se logrará con el enfrentamiento sistemático de las autoridades respaldadas por la población.

 

Para leer guaguas anteriores, clic aquí

En una reunión con trabajadores de la Cooperativa de Ómnibus Aliados en La Habana, el 30 de marzo de 1959, Fidel dijo:«Ustedes saben que uno de los lugares donde más se discute de política, de revolución, de economía y de todo, es en el ómnibus, ¿no? Es como una plaza pública el ómnibus, es como una mesa redonda; un ómnibus es como una mesa redonda permanente, donde todo el que sube opina. (…) a veces pregunto qué se habla en los ómnibus, para enterarme de cómo andan las cosas.»
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