«Mis estimados oyentes saben que yo siempre les he hablado con el corazón», expresa Alberto Pardo Companioni, unos de los cuatro profesionales cubanos ganadores del Premio Nacional de Radio 2020, por la calidad de su obra durante toda la vida consagrado a este medio de comunicación.
Aunque está jubilado, no se aleja del arte de la palabra porque su voz identifica cada día las transmisiones de la emisora amiga de muchos oyentes: «Transmite CMIP Radio Surco, desde Ciego de Ávila, Capital de la Locución Cubana».
Quien pudiera considerarse también símbolo del territorio avileño, junto a la piña y el micrófono, por su alto sentido de la modestia, la sencillez y el amor al trabajo, considera que «nuestra profesión exige sacrificio y entrega total al pueblo frente al micrófono».
El Maestro de Radialistas tuvo, entre los mejores alumnos, a sus hijos Mercy y Joaquín, ambos con la categoría de primer nivel en Locución.
“A todos les enseño que el tono y la dicción deben andar de la mano, y que el quid de la calidad es el trabajo de mesa antes de iniciar cada programa».
El Artista Demérito en Locución afirma que los jóvenes tienen amplias oportunidades en la actualidad para trabajar en la radio y la televisión. En contraste, él «tenía que esperar un chance a que salieran los locutores oficiales a tomar café, para presentar una canción o dar la hora, así comencé voluntario en la CMJH Radio Popular, donde radica hoy el edificio de 12 plantas, en la capital avileña”.
A quien antaño buscara el sustento familiar como mozo de limpieza, mensajero, dependiente, el triunfo de la Revolución le abrió las puertas de la alameda de la Locución.
“Fui maestro de ceremonia en actos presididos por el General de Ejército, Raúl Castro Ruz, y la compañera Vilma Espín, en visitas a nuestra provincia”, subraya y alega que tuvo la posibilidad de presentar en fiestas populares a Pacho Alonso, Orlando Vallejo, Lino Borges acompañado por el conjunto Saratoga, y a otras personalidades de la cultura local y nacional.
A más de siete décadas de fructífera vida, acompañan a Pardo Companioni su voz diáfana y múltiples condecoraciones, tales como la medalla Raúl Gómez García, el Sello Laureado y la placa Joya de la Cultura Avileña, otorgados por el Sindicato de la Cultura; así como también la Réplica del Machete de Simón Reyes, por su aporte al desarrollo del territorio avileño.
Muestra con orgullo dos “reliquias”: un documento en el que le informaban la posibilidad de crear una escuela nacional para la formación de locutores, el cual data de 1959; y el escrito firmado por las direcciones del ICRT y la UNEAC en 2003, para declarar a Ciego de Ávila como Capital de la Locución Cubana.
Atesora también el texto que refleja el aporte de más de 100 profesionales de alta calificación de la provincia de Ciego de Ávila, a la televisión y las emisoras nacionales.
Cuando recibió en la mañana de este 20 de julio, por Radio Rebelde, la noticia de que fue designado Premio Nacional de Radio 2020, declaró a Trabajadores: «Lo primero que debe poseer el locutor es deseo de trabajar. Por eso, siempre tengo muy presente el legado del compañero Fidel Castro acerca de que, todo lo que hagamos por los demás, es lo que nos identificará como verdaderos seres humanos».