Hace algún tiempo Trabajadores reflejó la labor investigativa de los historiadores José M. Leyva Mestres y Mario Mencía Cobas, publicada con el título Aproximación al perfil social y económico del contingente movilizado a Oriente para las acciones del 26 de julio de 1953, la cual revela que el contingente encabezado por Fidel procedía en su inmensa mayoría de las filas del pueblo.
Vale retomar, en este 67 aniversario de los hechos, dicha información, que corresponde a 158 personas involucradas en aquellos sucesos y ofrece datos muy reveladores:
Eran trabajadores 148 combatientes, y estudiantes 10. Alrededor del 70 % comenzó a trabajar desde la adolescencia y algunos cuando todavía eran niños. Asalariados permanentes 61 (40 %), y casi las dos terceras partes carecían de un trabajo estable durante una parte del año.
No más de 12 (7,6 %) ganaban 200 o más pesos mensuales. Recibían 60 pesos al mes, que era el salario mínimo fijado por la ley, 16 (10 %). Devengaban menos de esa cifra 56 (35,4 %), o sea, más de la tercera parte de los movilizados ganaba menos dinero que el equivalente al salario mínimo; de ellos, casi la mitad, el 41,6 %, no llegaba a los 45 pesos. Carecían de ingresos por concepto laboral los estudiantes, desempleados y los dependientes de la economía familiar.
Y un elemento muy significativo: el promedio general de edad era de 26 años y el 74 % tenía de 21 a 30 años. Esa era nada menos que la Generación del Centenario, la que estuvo dispuesta a darse por entero para no dejar morir al Apóstol; y que inspirada en su ejemplo se lanzó al combate para conquistar la libertad y la dignidad de la patria ultrajada por la dictadura.
Ellos sí llevaban en el corazón las doctrinas del Maestro, cuyo legado solo pudo materializarse mediante la Revolución. Y aquel 26 de Julio, como en el 68 y el 95, encabezados por Fidel dieron el primer grito de ¡Libertad o Muerte! de la nueva epopeya emancipadora.
A esos héroes y mártires está dedicado el homenaje del movimiento sindical en este nuevo aniversario de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
Y como dignos continuadores de la hazaña de ayer recibirán un especial agradecimiento los héroes de estos tiempos, los trabajadores de la salud que dentro y fuera del país han estado enfrentando en la primera línea de peligro la COVID-19.
En esta ocasión, el tradicional reconocimiento a los sobrevivientes del 26 de Julio y de la expedición del Granma se hará en sus hogares.
Se rendirá tributo a los participantes en las acciones del 26 de Julio cuyas figuras representan a cada sector y sindicato, como Fernando Chenard Piña, del Sindicato de Trabajadores del Comercio, la Gastronomía y los Servicios; Raúl Gómez García, de la Cultura; Pedro Marrero Aizpurúa, de la Industria Alimentaria y la Pesca; Marcos Martí Martínez, de Agropecuarios, Forestales y Tabacaleros; Mario Muñoz Monroy, de las Comunicaciones, la Informática y la Electrónica; Elpidio Sosa González, de Hotelería y Turismo; Antonio Ñico López Fernández, de Energía y Minas; José Ramón Martínez Álvarez, de Industrias; y Armando Mestre Martínez, de la Construcción.
Igualmente se realizarán actividades de recordación en los centros que llevan sus nombres o denominaciones alegóricas a la fecha, así como movilizaciones a la agricultura para contribuir a la producción de alimentos.
En todas las provincias se efectuarán actos de entrega de la condición de Vanguardia Nacional y la máxima categoría del sector por los resultados del año 2019 a colectivos y trabajadores destacados.
Será el homenaje de los trabajadores de hoy a los que surgidos de sus filas contribuyeron con su acción a cambiar el curso de la historia nacional en favor del futuro, y a los continuadores de esa obra.
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