La soberanía alimentaria y nutricional es clave dentro de la estrategia económica y social que el país acaba de aprobar para impulsar la economía y hacerle frente a la crisis mundial provocada por la COVID-19. Dentro de ella se contemplan muchos procesos que requieren transformación y dependen del empuje de los gobiernos locales; es en los municipios donde se decide gran parte del éxito.
Fue esa una de las esencias que trascendió este jueves durante la videoconferencia con las principales autoridades de las provincias y el municipio especial Isla de la Juventud, encabezada por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, donde también participaron el Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Machado Ventura, y el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa.
Aun cuando se reconocen avances en la siembra de los principales cultivos priorizados, lo hecho es todavía insuficiente en relación con las potencialidades del programa de autoabastecimiento local, apuntó el Jefe de Estado. De acuerdo con las áreas disponibles actualmente no se alcanza el per cápita de viandas y hortalizas previsto en el referido programa, un asunto sumamente estratégico para la nación, subrayó.
El mandatario insistió en las necesarias transformaciones que deben producirse en los vínculos entre la empresa estatal y las fuerzas productivas, y en cómo debe gestionarse la innovación a partir de las potencialidades que tiene el sector agrícola.
Advirtió, además, que los abastecimientos de productos agropecuarios llevan soluciones rápidas a partir del fortalecimiento de los sistemas locales, entre ellos los polos productivos, los cuales consideró estratégicos, y la creación a nivel de municipio de sistemas que deben ser autónomos e independientes, con capacidad para producir, comercializar y resolver los problemas de la localidad.
Precisamente la producción de alimentos, el papel del municipio y la necesidad de sembrar cada vez más, así como el imperativo de desterrar la mentalidad importadora, fueron también temas sobre los cuales insistió el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, en el camino de alcanzar sustentabilidad y aprovechar todo el potencial que tiene el programa de autoabastecimiento local.
“Hay que sembrar más, con menos o más combustibles, con menos o más plaguicidas, hay que sembrar más en cada municipio o Consejo Popular”, remarcó.
Mientras, el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, ratificó la idea de que para lograr desarrollo el municipio debe sembrar cada vez más y producir alimentos, lo cual inevitablemente tiene que ir aparejado con la identificación de las bases productivas y los productores, sobre los cuales recae esa responsabilidad.
En el intercambio con las principales autoridades de las provincias y el municipio especial Isla de la Juventud, se evaluó igualmente la situación del Programa de Atención Materno Infantil en el país al cierre del 11 de julio. Según informó el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, el índice de mortalidad infantil por cada mil nacidos vivos es de 4,6, ligeramente inferior al 4,8 alcanzado en igual periodo del pasado año.
Durante la videoconferencia se intercambió también sobre el comportamiento de otros indicadores que contempla dicho Programa, al tiempo que se enfatizó en la prioridad con que se debe trabajar en la atención primaria de salud, los grupos básicos de atención a las embarazadas y en el cumplimiento de todos los protocolos aprobados por el MINSAP.
En este sentido, el viceprimer ministro, Roberto Morales Ojeda, acotó que los médicos y enfermeros de la familia resultan el primer eslabón de la cadena para reconocer y resolver a tiempo los problemas. De ahí la importancia que concedió a la labor de todos ellos deben realizar en las comunidades, de manera sistemática y profunda.
Morales Ojeda destacó, además, la necesidad de darle una mirada diferente a las consultas especializadas para las parejas infértiles, como una de las vías para contribuir a detener el decrecimiento de la natalidad.
Entretanto, el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, insistió en la importancia del trabajo de terreno para el seguimiento a las embarazadas, no solo en el orden cuantitativo, sino también en lo cualitativo, lo cual propiciará identificar riesgos y tomar decisiones oportunamente. Eso conlleva, afirmó, mayor disciplina y control en el cumplimiento de los protocolos de salud aprobados para estos casos.
En la videoconferencia se conocieron también los resultados del proceso de análisis e intercambio desarrollado en los consejos de dirección del Ministerio de la Agricultura, las delegaciones provinciales y municipales, los grupos empresariales, empresas y las unidades empresariales de base seleccionadas a partir de un documento que permitió examinar causas y condiciones de ilegalidades cometidas por falta de seguimiento y control y, principalmente, por la débil contratación a cooperativas y productores individuales, lo que permite sacar las experiencias correspondientes y realizar acciones para minimizar la ocurrencia de hechos similares.
Según dio a conocer el ministro de la Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, en dicho proceso participaron 9 349 personas y contó con el acompañamiento del Partido, el Gobierno, así como el Sindicato de Trabajadores Agropecuarios Forestales y Tabacaleros, además la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños.
Finalmente, el Presidente Díaz-Canel insistió en las prioridades inmediatas de trabajo en todo el país, entre las cuales se incluyen la defensa de la estrategia económica a nivel de los territorios; la preparación de los cuadros de dirección para enfrentar la etapa que se avecina; la necesaria mirada al fortalecimiento de los sistemas de autoabastecimiento local; y el enfrentamiento a las indisciplinas e ilegalidades.
Cuba transita ya por el camino de la implementación de la estrategia económica y social que propiciará llegar en mejores condiciones al Octavo congreso del Partido y en la que cada territorio tendrá un papel determinante.