La cámara del fotorreportero de Trabajadores, sorprendió a Lourdes Tondike García imbuida en su labor. Lo miró y esbozó una sonrisa. Con sencillez ella siguió enfrascada en su trabajo como Gestor C de Negocios Bancarios en la sucursal 250, ubicada en Línea y Paseo, en el municipio Plaza de la Revolución. Y es que esta sencilla mujer no ve nada de extraordinario en la faena a la que ha dedicado su vida.
Sin embargo, sus compañeras de trabajo la identifican por su entrega. Si de algo está consciente Lourdes es que en su trabajo la atención al cliente es prioridad, y resalta que el buen trato y la calidad en el servicio deben ser tarjetas de presentación de todo aquel que labore en la actividad bancaria.
Graduada como técnico de nivel medio en Contabilidad, confiesa que ese centro ha sido su casa y también parte de la familia. “Soy la encargada de tramitar todas las operaciones de las entidades en las que no media efectivo. Eso exige disciplina y destreza”.
No por gustó destacó que la cualidad principal de un especialista de esta área es la profesionalidad. “Hay que ser educados y tener, por sobre todas las cosas, empatía con el cliente”, apuntó.
Dedicarle a cada actividad su tiempo es su secreto, por eso ha podido congeniar los resultados de su vida laboral, y el cuidado de su hija y su mamá, a la que le dedica especiales cuidados. Y aunque reconoce que trasladarse desde Centro Habana a su entidad ha significado muchas veces un reto por los inconvenientes del transporte, lo ha podido vencer.
Cuando se le pregunta, qué consejo daría a las nuevas generaciones, afirmó sin vacilar: “Les diría que aprendan, que aprovechen el tiempo en el banco, este es un lugar donde se trabaja con exigencia. También que sean honestos y traten bien a los clientes, nuestro principal objetivo. Que aprendan a amar al banco como lo hago yo”.
