Yaima Álvarez Medina, residente en Pedro Zerquera nro. 361-A entre Rosario y Desengaño, Trinidad, provincia de Sancti Spíritus, nos cuenta lo acontecido sobre una reservación hecha para el campismo, playa El inglés, en Cienfuegos.
“Al llegar nos dijeron que el contrato debió hacerse en Cienfuegos y no por teléfono. La carpetera nos alertó que hasta que no entrara el último campista no nos podían aceptar, ya que ella desconocía las ventas realizadas.
“Cuando llegaron los jefes del campismo de la provincia de Cienfuegos nos llamaron para informarnos que no podíamos quedarnos pues en la primera etapa pos-COVID solo abriría para cada provincia.
“No nos permitieron quedarnos, y la familia, con 3 niñas y mi suegra de 77 años tuvimos que caminar casi 3 kilómetros para poder hacer alguna gestión para que un chofer nos recogiera.
“Realmente no sé a quién reclamar por el mal rato que pasamos, convirtiéndose lo que sería un lindo día en una pesadilla. Quisiéramos una explicación. El problema lo crearon ellos por falta de coordinación, pagamos un gasto excesivo por el transporte y las molestias de ese mal momento”.