Un día Graciela Rodríguez Alarcón salió del aula y no a pasear.
La profe de Química dejó organizados microscopios, probetas, y a sus alumnos en buenas manos.
Fue a incursionar en el mundo sindical, donde tuvo éxitos como dirigente de base, hasta que se convirtió en la secretaria general del Buró Provincial del Sindicato de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte (SNTECD) en la provincia de Ciego de Ávila.
Una década después de su relevante desempeño en ese cargo, la sindicalista es laureada con la distinción Honor Educacional y Selección de Personas Símbolo, otorgada por la Asociación de Pedagogos de Cuba (APC).
«Se le entrega el reconocimiento por su trayectoria política, revolucionaria y laboral; los méritos acumulados y la ejemplaridad como profesional de la educación…», argumentó Argelio Rodríguez Gazapo, presidente de la Filial Provincial de la APC.
Mientras que la ingeniera Niurka González Orberá, secretaria general del SNTECD en el país, destacó los valores que distinguen a la homenajeada: sencillez, modestia, humanismo, consagración y alto sentido de la responsabilidad.
«Por lo tanto -enfatizó–, liberamos de su cargo por tiempo de permanencia en nuestra organización, de acuerdo con la política de cuadros, a quien dirigió una de las provincias más destacadas del país».
Al reconocimiento se sumaron las Direcciones Provinciales del Partido, de Educación, de Deportes, de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, y de la Universidad Máximo Gómez Báez.
Graciela, con su prestigio y autoridad, desempeñará otras responsabilidades. Esta vez deja el SNTEC en manos de su mejor alumna y reserva de cuadro: Leodelsys del Toro Pérez.