Desde hace cuatro meses, Cuba está enfrascada en una intensa batalla contra la mortal pandemia que azota al mundo. Desde los primeros instantes el gobierno trazó la estrategia para enfrentar la Covid-19, empeño en el cual ha destacado el esfuerzo del personal de la salud pública. La incansable dedicación de nuestros médicos, enfermeras, laboratoristas, ha sido reconocida, no solo en nuestro país, sino en otras muchas naciones.
Paso a paso se ha ido ganando el combate. Ahí han estado los científicos con sus novedosos productos; los transportistas, los miembros del MININT; los trabajadores del comercio, las industrias y la agricultura, entre otros.
Sin embargo, los esfuerzos del gobierno y el Partido en La Habana se ven empañados por personas irresponsables que no cumplen las medidas higiénico-sanitarias orientadas por el Ministerio de Salud Pública.
Aparecen en lugares personas sin emplear los nasobucos, incluso niños y jóvenes. En los espacios públicos, no todos guardan el debido distanciamiento. Sin la conducta responsables de todos no será posible la eliminación de esta enfermedad que tanto daño causa en el mundo, y que hoy Cuba ya tiene casi controlada.
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