La pesquisa sanitaria activa, una de las herramientas empleadas en Holguín durante el enfrentamiento a la COVID-19, se mantiene para la prevención del dengue y otras arbovirosis en esta oriental provincia cubana.
Con la colaboración de más de cuatro mil estudiantes de Medicina y personal de apoyo, a diario se realizan encuestas en las comunidades, no solo en la búsqueda de síntomas respiratorios, sino también de fiebre, rash y malestar general, entre otros.
La provincia cuenta actualmente con unas 700 manzanas de riesgo y los municipios de Banes, Urbano Noris, Mayarí y la cabecera provincial poseen altos índices de infestación, declaró Yanelis Calviño, jefa del puesto de mando de la Dirección Provincial de Salud Pública.
Calviño explicó que en esos lugares se concentran los mayores esfuerzos para evitar la propagación de mosquitos del género Aedes, transmisores del virus del dengue y de la fiebre amarilla, y otras enfermedades como el zika y la chikungunya.
En esos sitios se realiza tratamiento adulticida, a través del cual se elimina el mosquito adulto y se interrumpe así el ciclo reproductivo del insecto, agregó.
Según la experta, la participación de la comunidad resulta imprescindible porque la focalidad del territorio se concentra en el sector residencial, por lo cual tapar los depósitos de agua, limpiar patios y solares yermos y destruir los microvertederos son acciones necesarias en la reducción de los criaderos de mosquitos.
Subrayó que en los meses de verano se extreman las medidas de control pues aumentan las lluvias y la temperatura, condiciones propicias para la reproducción del Aedes, cuya hembra puede poner entre 150 y 200 huevos cada tres días.
En Holguín se realizan también actividades de promoción de salud, entre las cuales sobresalen charlas educativas y proyección de materiales audiovisuales didácticos, en los cuales intervienen el médico y la enfermera de la familia.
(Tomado de ACN)
