Los integrantes del Comité Provincial de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en Granma, expusieron la estrategia para lograr afiliar un mayor número de trabajadores no estatales a esa organización.
Migdalia Josefa Barreiro Cisneros, secretaria de la CTC en el territorio, refirió en la reunión del pleno de esa organización que hasta el cierre de mayo crecen en ocho mil 277 el número total de afiliados comparado con igual etapa del 2019, pero continúa siendo una asignatura pendiente, específicamente, la sindicalización de los trabajadores no estatales, a la vez que Granma continúa como la provincia de más bajo porciento de sindicalización en el país.
Significó que el sector del transporte es el que más incide en la baja sindicalización, por lo que debe diseñar un sistema de trabajo coherente para avanzar y lograr un resultado más efectivo.
Añadió que debe incrementarse la atención administrativa a los trabajadores no estatales, aprender a trabajar de manera diferenciada con ellos y dar respuesta oportuna a los planteamientos presentados.
En la reunión Erlín Rondón Cedeño, secretaria general del Sindicato de las Comunicaciones, la informática y la Electrónica, explicó que logran incrementar a un 70 por ciento el número de afiliados no estatales, gracias a la estrategia implementada de conjunto con directivos de las Empresas de ese sector.
En el pleno del Comité Provincial de la Central de Trabajadores de Cuba en Granma participó por video conferencia, Ismael Drullet Pérez, miembro del Secretariado Nacional de la CTC, quien indicó que de Granma se espera mucho, de ahí que ese territorio deberá seguir trabajando minuciosamente en la afiliación de los trabajadores de estatales.
Además, los participantes también analizaron, entre otros temas, las ilegalidades, la preparación de los cuadros y reservas, la guardia obrera, la política de cuadro y el pago de la cuota sindical y se convocó a impulsar, en la nueva normalidad que vivimos, las diversas tareas económicas.
En la importante reunión sindical se expusieron las proyecciones de trabajo para la nueva etapa pos Covid-19, donde se destaca la capacitación de los dirigentes, el diseño de espacios para el debate de los trabajadores con sus líderes sindicales, la revisión del funcionamiento de los órganos de justicia laboral, el control del sistema de estimulación de la ANIR y la evaluación de los resultados de ese movimiento.