De sus 50 años de vida, Yamilet Menéndez Díaz ha dedicado más de 30 a la actividad bancaria en un único centro laboral: la sucursal 250, ubicada en Línea y Paseo, en el Vedado capitalino. Aquí ha tenido varias responsabilidades (cajera, custodio de fondo operativo, supervisora) y en la actualidad se subordina directamente a la directora de la entidad y, además, se ocupa de los recursos humanos y de la capacitación del personal.
Fue precisamente en esa entidad, perteneciente al Banco Metropolitano, donde se inició la Jornada por el Día del Trabajador de la Administración Pública, que cada año se celebra el 4 de julio, al conmemorarse el natalicio del revolucionario Enrique Hart Dávalos, quien fuera trabajador bancario en este lugar.
Yamilet siente orgullo por la historia del sector, que en tiempos del nuevo coronavirus SARV-CoV-2 continúa prestando servicios a la población, aunque solo los indispensables, como es de suponer.
A propósito de la fecha, el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Administración Pública, Yaisel Osvaldo Pieter Terry, comentó que la organización que dirige es muy heterogénea —“es sostén y control de la economía”— pues la integran, entre otros, el sector jurídico, el sistema bancario, varios organismos de la Administración Central del Estado, las organizaciones políticas y de masas (UJC, FMC, CDR, CTC), y determinadas ocupaciones de los trabajadores no estatales.
El también miembro del Comité Central del Partido transmitió una felicitación a los más de 246 mil afiliados, e insistió en la necesidad de continuar laborando en la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, en la puesta en marcha de las medidas previstas para las tres fases de la pos-COVID-19 y ratificó el papel de los trabajadores de la Administración Pública, quienes en una gran mayoría se desempeñan como servidores públicos, tal es el caso del sistema bancario y financiero.
En este sentido, Katerine Aliño Carballo, vicepresidenta del Banco Central de Cuba, expresó que sus estructuras mantuvieron la vitalidad, al margen de la situación epidemiológica que afrontó el país a partir del mes de marzo. Explicó que se adoptaron un grupo de medidas con el objetivo de reducir el impacto de la enfermedad en las instituciones, prevenir el contagio y la propagación de la enfermedad, mantener las operaciones impostergables para la población y aquellas de comercio exterior que son garantía para la economía nacional.
La limitación de usuarios en el interior de las sucursales bancarias para asegurar el distanciamiento físico, el uso de las plataformas digitales de pago que contribuyen al desarrollo del comercio electrónico, la emisión de tarjetas a colaboradores en el exterior, a titulares de cuentas en dólares estadounidenses, subsidios para la compra de materiales de la construcción y reimpresiones por roturas o extravíos, son algunos de los servicios que estarán vigentes durante las tres fases.
Al especificar sobre la primera de estas, señaló que se incorporarán aquellas prestaciones que en estos momentos están detenidas, las cuales dependerán de la apertura de las actividades en otros sectores y del restablecimiento del transporte público.
Asimismo, precisó que el horario de atención a la población en las oficinas bancarias se mantiene de lunes a viernes hasta las 3:30 p.m., aunque en otras provincias puede variar de acuerdo con lo aprobado en los Consejos de Defensa territoriales.
En un segundo momento se incorporarán otros servicios en las áreas comerciales de las oficinas bancarias, como por ejemplo el restablecimiento de la apertura de cuentas a plazo fijo, los créditos para la adquisición de materiales de la construcción, la venta de sellos de timbre y trámi-tes relacionados con la Ley General de la Vivienda.
La directiva refirió la importancia de reforzar las medidas higiénico-sanitarias y organizativas en todas las instituciones, además agregó que algunas prácticas —con efectividad demostrada— permanecerán y formarán parte del día a día bancario, entre ellas el trabajo a distancia como el teletrabajo en los cargos y áreas que así lo permitan.
Sin lugar a dudas, los trabajadores de la Administración Pública tienen mucho qué hacer, quienes, según Yamilet Menéndez Díaz, deben estar conscientes de que “el cliente es lo más importante”, para lo cual resulta imprescindible ofrecer siempre un servicio profesional y eficiente, como lo merece el pueblo.
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