Entusiasmo, energía y vitalidad le permitieron, como confesaba en cierta ocasión Eliseo Diego, que, en 1947, terminara de escribir su libro En la Calzada de Jesús del Monte que, al ser publicado dos años más tarde, daba inicio a la obra de uno de los más representativos poetas cubanos y latinoamericanos de la pasada centuria.
En la Calzada de Jesús del Monte no solo marca la génesis de un discurso lírico que, con el paso del tiempo, alcanzaría una incuestionable dimensión. Este libro, igualmente, como han señalado los especialistas –criterio, por cierto, compartido por el autor—, anuncia toda la poesía que luego escribiría el creador.
«Estas páginas –afirma el investigador y ensayista Enrique Saínz de la Torriente, en el estudio introductorio que acompaña una reciente entrega del poemario publicado, en el año 2017, por la Colección Sur Editores— se van edificando para decirnos de la muerte y al mismo tiempo decirnos quienes somos».
Un libro, como también asegura este estudioso de la obra de Eliseo Diego, que «nos entrega ante todo la profunda experiencia de un poeta que quiere edificar el sitio de la sobrevida, el sentido de su propia existencia frente a la desolada intemperie, el vacío histórico de una República desustanciada».
Son textos que invitan a indagar, a reflexionar, a pensar, en lo más íntimo del hombre –sentimientos, actitudes, valores, principios…— y hacerlo desde una enriquecedora y cuestionadora mirada al mundo circundante, para así convertirse, gracias a la magia de la poesía, en fieles testimonios de un momento de la historia.
He aquí un fragmento de «El sitio en que tan bien se está», uno de los poemas incluiros en el cuaderno, que confirma algunas de las características señaladas.
1
El sitio donde gustamos las costumbres,
las distracciones y demoras de la suerte,
y el sabor breve por más que sea denso,
difícil de cruzarlo como fragancia de madera,
el nocturno café,
bueno para decir esto es la vida,
confúndanse la tarde y el gusto,
no pase nada, todo sea
lento y paladeable como espesa noche
si alguien pregunta díganle
aquí no pasa nada, no es más que la vida,
y usted tendrá la culpa como un lío de trapos
si luego nos dijeran qué se hizo la tarde,
qué secreto perdimos que ya no sabe,
que ya no sabe nada.
Luego de En la Calzada de Jesús del Monte, Eliseo Diego (La Habana, 1920-Ciudad México, 1994) publicó, entre otros títulos, El oscuro esplendor (1966), Muestrario del mundo o Libro de las maravillas de Boloña (1967), Soñare despierto (1988), Libro de quizás y de quién sabe (1989), Cuatro de oros (1990) y Conversación con los difuntos (1991).
Poeta, narrador, ensayista, traductor, miembro del emblemático grupo Orígenes, recibía, entre otros numerosos reconocimientos, el Premio Nacional de Literatura, en Cuba, en 1986, y el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, en México, en 1993, ambos concedidos por la obra de la vida.
En la Calzada de Jesús del Monte es un poemario referencial de las letras cubanas, todo un clásico de la lírica insular de la pasada centuria. Un libro al que habrá que volver, una y otra vez, para así conocer, entender, valorar, ese sito de la sobrevida que legara, para su tiempo y para el tiempo por venir, el maestro Eliseo Diego.