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Falleció el colega Ernesto Montero Acuña

Víctima de una prolongada enfermedad, este miércoles, a las 3:25 de la tarde, falleció en la ciudad de Camagüey el colega Ernesto Montero Acuña,  destacada figura del periodismo cubano que dejó su impronta en el periódico Trabajadores durante dos décadas (1985-2005) de prolífica entrega como jefe de la Redaccion Internacional y por 12 años como secretario general del núcleo, primero, y posteriormente del Comité del Partido.

De férreo carácter, como lo fue su desempeño eficaz y disciplinado en todas las tareas que les fueron asignadas, Montero nació el 7 de noviembre de 1943 en un ámbito pobre y rural cercano a la ciudad de Camagüey.

Cursó estudios primarios y a los 13 años de edad, en 1956, ante las penurias de su familia, comenzó a trabajar en diferentes centros comerciales de aquella urbe; e inmediatamente después del triunfo de la Revolución se incorporó a las Brigadas Juveniles, a la Asociación de Jóvenes Revolucionaros y a las brigadas alfabetizadoras Conrado Benítez y Manuel Ascunce Domenech, respectivamente, para la recogida de café en la Sierra Maestra. En 1961 se integró las Milicias Nacionales Revolucionarias.

En el año 1963 inició formalmente su carrera laboral en la fábrica Agro Quin, primero, y luego en la Feliciano Ros Campos, ambas en Camagüey. En esta última fue elegido secretario general del Comité de Base de la UJC.

Luego de cursar dos años de intensos estudios (1968-1970) en la Refinería Ñico López, de Regla,  Montero encontró el camino de su verdadera vocación: el periodismo, oficio en el que debutó en el periódico Adelante de Camagüey donde laboró hasta el año 1976 cuando se le asignó la tarea de dirigir en Ciego de Ávila la corresponsalía de la Agencia de Información Nacional  (hoy Agencia Cubana de Noticias). En esas dos provincias fue electo secretario general de la Upec, en la primera desde 1974 hasta 1976, y en la segunda desde 1978 hasta 1980.

En el 2005 fue seleccionado para integrar el Equipo de Información y Análisis de la Secretaría del Consejo de Estado, responsabilidad que unos años después tuvo que abandonar por severa afección en su salud.

Durante los últimos años trabajó en la Agencia Prensa Latina como jefe de la Redacción de temas globales y editor del departamento de Servicios especiales. Igualmente preparó dos libros pendientes de publicación, el primero de ellos un extenso estudio sobre la vida  y la oba de Nicolás Guillén (Guillén entero, vida y obra de un clásico), en el que expone sus vínculos con el Poeta Nacional en Camagüey, y el segundo sobre sus experiencias durante los recurrentes internamientos, junto a su esposa Yana,  en el sanatorio de Topes de Collantes, volumen (El canto del Guatiní-Tocororo) en el que releja la historia, la cultura,  la fauna, la flora y las potencialidades turísticas de aquella paradisiaca zona del centro sur insular.

 

 

Montero creó una de las secciones más valiosas de Trabajadores digital, Nicolás Guillén: Al Son de sus motivos, en la que recopiló una vasta información documental sobre el gran bardo, varias veces elogiada por la Fundación Nicolás Guillén.

Especializado en temas periodísticos globales y de América Latina publicó en numerosos medios de prensa nacionales y, como enviado especial, viajó a numerosos países, como Nicaragua Panamá, Trinidad-Tobago, México, Italia, República Dominicana, Brasil, Venezuela,  Gran Bretaña, antigua URSS, Bielorrusia, y el Vaticano, entre otros, muchos de los cuales realizó para cubrir visitas del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz  a esas naciones.

Por sus aportes al periodismo y a la Revolución obtuvo las medallas de la Alfabetización, 28 de Septiembre, XL Aniversario de las FAR, Félix Elmusa y la Distinción Raúl Gómez García; así como de manos de Fidel recibió el diploma XXXV Aniversario de la Seguridad Personal. También fue laureado con el Premio Nacional de Periodismo Juan Manuel Márquez y el Sello Aniversario 60 de la CTC.

Montero se recordará no solo por su excelente obra periodística, sino también por su alto sentido del deber, su oportuno y radical enfrentamiento a la indisciplina y a todo lo mal hecho, así como por su entrega a la Revolución Cubana desde los primeros momentos posteriores al triunfo del Ejército Rebelde en 1959.

Este miércoles su cadáver es velado en la residencia de su hija en Camagüey desde donde en horas de la noche será trasladado al crematorio de esa ciudad para posteriormente traer sus cenizas a la capital.

Llegue a sus familiares y amigos las más sentidas condolencias de sus colegas del periódico Trabajadores, así como de la Central de Trabajadores de Cuba, de la Unión de Periodistas de Cuba y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura.

 

 

 

 

 

 

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