Una caricia, un beso tierno, un abrazo infinito. Todo su amor publicado en Facebook por el hombre que tanto admira. Eso quería regalarle a Juan Miguel González en una fecha tan especial como el Día de los Padres. Así le escribió: “Pronto empezaré a entender lo que verdaderamente significa ser padre…”.
Y así, toda Cuba lo supo. Elián González Brotóns será papá y la alegría colmó a gente de aquí y de allende los mares. Los comentarios, las felicitaciones no se hicieron esperar. Más de 200 opiniones se convirtieron en ovación por el niño que hace 20 años aterrizó en el corazón de quienes tanto lucharon por su regreso triunfal de los Estados Unidos, el 28 de junio del año 2000.
Su post del 21 de junio continuaba exactamente así: “… pero lo que conozco hasta el momento, es sobre cómo es mi padre y solo espero hacerlo la mitad de bien que él lo hizo conmigo y ya sabré que voy por buen camino. Felicidades papá, no eres un súper héroe, o mi mejor amigo, eres mi padre y con eso es más que suficiente. Gracias”.
Elián confiesa que “todo el mundo se dio cuenta enseguida de una noticia que no habíamos dado aún…. Me han llegado muchas felicitaciones, pero el reconocimiento es para mi papá… Tengo el beneplácito infinito de haber crecido con él, de aprender de él, de forjarme viéndolo en su ejemplo…”.
Cuando aún falta para el alumbramiento de su esposa, él anhela darle a su hija todo el amor que él mismo recibe. “Esforzarme cada día por verla convertirse en alguien mejor que yo, porque la lucha de mi papá ha sido esa, verse superado en mí.
“Ahora que el padre voy a hacer yo, seguro entenderé mejor de dónde le viene tanta exigencia hacia mí, por qué tanto amor, esa obstinación constante por demostrarme que todo esfuerzo es poco cuando se trata de hacer sentir orgulloso al pueblo de Cuba, al Comandante, de no defraudarlos jamás”.
Una década de relación lleva con Ilianet. Se conocieron en la Escuela Militar Camilo Cienfuegos, de Matanzas, y en 12 grado se hicieron novios. “Ella cumple en enero y yo en diciembre. Estoy feliz porque tengo la certeza de que será una buena madre”.
Mientras se imagina a la niña por nacer, se ha puesto a analizar que también ahora, “desde este ángulo de la familia que estoy formando, comprendo con más claridad el deseo de mi mamá de tenerme a su lado. Hay personas que me cuestionan, que piensan que traicioné a mi madre, que he irrespetado su memoria por estar aquí en Cuba, por mi actitud, por como soy… No hay un segundo que yo deje de pensarla… Espero que dondequiera que ella esté sienta orgullo porque mi papá y yo estamos juntos”.
Elián también le enseñará a su hija a ser agradecida como él mismo lo es con cada persona que hizo algo por él. “El pueblo cubano luchó porque yo estuviera aquí, en mi país, con mi papá, con mis hermanos, mis abuelos, mi mamá Nersy, con mi esposa, mis suegros, mis amigos… Le agradezco a todo el que dentro y fuera de Cuba hizo por mí, por mi familia”.
A 20 años de su regreso, convertirse en padre pareciera lo más importante que tiene Elián por delante. Sin embargo, afirma, “ser un buen trabajador forma parte del deseo de dejarle a mi niña la mejor Cuba posible y la mejor Cuba la podremos lograr con el esfuerzo de todos los trabajadores cubanos, para sacarle a esta tierra todos los frutos que pueda aportar.
“Sueño con ver a la patria florecer, que nos dejen en paz, que levanten el bloqueo, para que todo el potencial que tiene el país se pueda explotar, que la nación crezca, progrese, se desarrolle aún más, tal y como lo soñó Fidel.
“Quisiera, además, que mi hija disfrute de la suerte de ser de esta Isla, que conozca los valores familiares y patrióticos de este pueblo, que sepa que somos parte de una tierra de grandes hombres, de médicos valientes, de héroes, de gente que se levantó porque su padre volviera a su tierra. Eso y más trataré de enseñarle…”.
Pero ella no tendrá el privilegio tuyo, el privilegio de conocer a Fidel, le comento y la voz se le quiebra: “A veces me pongo a pensar en el Comandante, a recordarlo y me doy cuenta de lo mucho que hubiera querido disfrutarlo a mi edad, para expresarle mis cosas, mis sentimientos, para conversar… Claro, ahora toca hacer que él no quede ahí, que no quede en el recuerdo. Honrarlo está en el propósito de cuanto hago”.
Como cuando su abuela Mariela Quintana cumplió la promesa de llevarlo frente a la Virgen de la Caridad del Cobre y agradecerle por su regreso sano y salvo, Elián asegura que él también cumplirá con la promesa de ir a Santiago de Cuba.
“Como reza el refrán, aquí, el que no tiene de congo tiene carabalí. Siempre voy a guardar un gran respeto, una gran admiración por nuestro folclor, por nuestra religión y, como todo cubano, siempre haré cuantas promesas sean necesarias porque la familia y el pueblo de Cuba siempre estén bien.
“A Santiago de Cuba tengo que ir, porque mi promesa es llevar a mi hija frente a la piedra que guarda las cenizas del Comandante, porque yo sé que Fidel, al igual que gran parte de Cuba, espera que yo lo haga bien, espera que yo sea un buen padre”.
