Aunque saben que en el gusto culinario del cubano las setas comestibles “no componen primavera”, los investigadores de la Estación Agroforestal del santiaguero municipio de Tercer Frente se empeñan en cultivarlas.
Conocedores de los aportes nutricionales de esta especie del mundo vegetal, el mencionado centro de ciencia agrícola destina dos naves para su fomento, con un espacio aproximado de 110 metros cuadrados.
Según comentó a Trabajadores el máster en ciencias Mario Jesús Verdecia García, utilizan los desechos sólidos del beneficio húmedo del café como sustrato para la “siembra” y desarrollo de las setas.
“Por ahí ya damos un aporte ecológico, pues ese subproducto del cerezo es altamente contaminante del medio ambiente si se vierte sin control, y nosotros lo utilizamos como base para el crecimiento de las cepas del hongo
“Las naves tienen condiciones de humedad óptimas para obtener buenas cosechas, estamos hablando de unos 70 a 100 kilos en cada ciclo productivo.”
El especialista precisó que al año se pueden concretar entre 5 y 7 ciclos, por lo que es posible llegar hasta 2 toneladas de setas en 365 días.
Los volúmenes logrados en Tercer Frente se han destinado a centros de asistencia médica de ese montañoso territorio, entre ellos los hogares meternos y el hospital.
“Los últimos envíos fueron para la Empresa Tropical Contramaestre, en el municipio aledaño al nuestro, donde se procesaron y comercializaron, en particular en centros para la venta de productos biosaludables”.
Verdecia García recordó que los hongos comestibles tienen alto contenido de calcio, potasio, fósforo, magnesio, zinc y cobre, igualmente vitaminas como la riboflavina (B2), niacina (B3) y folatos (B9) (15), y que se atribuyen propiedades antitumorales.
Dijo también que puede ser consumido en encurtidos o en su forma natural, mezclados con carné, con huevo, con arroz, o en la variante que la persona desee.
Si bien los volúmenes productivos no son elevados y la comercialización limitada, el quehacer para fomentar este cultivo no decae en las serranía del Tercer Frente donde los investigadores de la Estación Agroforestal apuestan, entre otros renglones en los que trabajan, por los hongos comestibles.
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