“Cortar marabú para fabricar carbón es lo último que debe hacer un hombre. En los campos hay espinas por los cuatro costados y ni hablar de las santanicas, los insectos, el frío cortante o el calor intenso”, confiesa Roberto Rodríguez Cobas, uno de los 78 productores del carbón exportable en la Empresa Agroforestal de Matanzas (AFM), entidad con alrededor de 600 trabajadores.
“Es una labor muy ruda, pero se ve el provecho. Aquí mismo en Anguila, localidad a la entrada del municipio de Martí, muchos jóvenes encontraron fuente de empleo y hasta su casita se compraron. Yo estoy a cargo de una brigada de 11 y la vida nos ha mejorado un mundo. Para nosotros el carbón se ha convertido en el oro verde…”.
En Itabo, sitio intrincado de la geografía martiense, habita el mejor productor de la provincia de Matanzas, Julio Villaurrutia Hidalgo, quien aportará este mes 10 toneladas (t). “Yo solo no, mi esposa me ayuda mucho”, dice alegre, mientras enseña un camino hasta el tope de fango y agua, por el que resulta imposible avanzar para llegar al plan donde arde su horno, una suerte de pirámide de madera cuidada con celo.
Una cuenta rápida saca José Evaristo Miranda, director de la UEB Agroforestal de Martí: “Como un saco trae 20 kilogramos (kg) y el kilogramo se paga a 1,75 pesos en moneda nacional (CUP), y a 0,025 centavos en pesos convertibles (CUC), por la producción de 500 sacos de junio, Villaurrutia ingresará 17 mil 500 CUP y 250 CUC. Si no fuera por la falta de piezas para las motosierras — de las cuales hay varias paralizadas—, en el propio Martí se pudiera duplicar, por ejemplo, las 555, 76 t entregadas para la exportación en el 2019, año en el que la AFM consiguió su mejor resultado histórico, al colocar mil 614 t en mercados internacionales”.
Juan Galindo González y Juan Carlos Chávez Leal acaban de cortar poco más de 30 metros cúbicos de marabú con la motosierra STIHL de un primo, la misma marca de procedencia alemana empleada por la AFM, con un coeficiente de disponibilidad técnica dañado a consecuencia del bloqueo del Gobierno de los Estados Unidos, que impide la adquisición de piezas de repuesto.
Así y todo, el carbón se consagra para esta empresa y para el país como uno de sus rubros exportables.
Del campo a La Habana y de ahí a Europa
El jueves último, desde las cercanías de Martí, antes de comenzar la operación, Aleixis Martínez, inspector de Cuba-Control, revisaba minuciosamente cada momento del proceso. “La carga debe llegar con las condiciones exigidas a su destino”. Con 960 sacos de carbón se llena un contenedor, 19, 2 toneladas, especifica oronda Marlén Rodríguez Robaina, directora de la UEB Agroforestal Jovellanos.
Junto a ella, Javier González Pulido, chofer del camión de TransCimex, no quita los ojos de la mercancía. “Cuando la COVID-19 lo permita, será transportada desde la Zona Especial de Desarrollo Mariel hasta su puerto final”.
Aunque el ciento por ciento del marabú demora más para encender que un carbón mezclado con otra madera, una vez prendido, su durabilidad es mucho mayor. “Por eso en Europa prefieren el de los campos de Martí. Su calidad está demostrada”, aseveró Dania Ramírez Cabrera, directora comercial.
Ello también justifica el incremento de los pedidos. “El plan de este año subió a mil 650 t. Ya vamos por 505,79 t, equivalente en moneda total (CUP+CUC) a 1 millón 175 mil 80 pesos”, apuntó Isandra Vento, directora adjunta de la AFM.
Iniciada en la exportación en el 2013, los ingresos por este concepto optimizan la capacidad financiera de una empresa con salarios promedios de más de mil 220 pesos y estímulos cercanos a los 40 CUC, atractivos ingresos que sirvieron para completar todos los cargos, impulsar el progreso de la entidad y atender muy bien a los empleados, expresó José Manuel Ramírez López, director económico.
Exportado por la corporación Cimex, la AFM fue la única cumplidora de su tipo el año pasado en Cuba, comportamiento que, unido a la satisfacción de los indicadores productivos y de ingresos la convierten en la mejor del país, aseguró en exclusiva a Trabajadores Miguel Ángel Arregui Martínez, presidente del Grupo Empresarial Agroforestal.
En entrevista telefónica afirmó que los saldos permitieron darle la sede a la AFM por el 21 de junio, Día del Trabajador Agroforestal, actividad en la cual Jorge Díaz, su director general, recibió el diploma de Vanguardia Nacional, categoría que alcanzaron por segundo año consecutivo.
Información relacionada
Cuba festeja en Matanzas el 21 de Junio: Día del Trabajador Forestal
