La ciudad santiaguera, suroriental porción de Cuba donde las expresiones artísticas se muestran con absoluta espontaneidad, vive momentos únicos como consecuencia de la pandemia que azota a la humanidad en los cuales se readecuan las formas de creación y socialización de la cultura.
Ejemplo de lo anterior son las jornadas de la 41 Semana de la Cultura Santiaguera, del 7 al 13 de junio, festejo cuya realización se programó desde una dimensión que facilita el pedido hecho a los ciudadanos de la Mayor de las Antillas: mantener el distanciamiento físico y quedarse en casa.
Para que así sea, sin mellar las esencias culturales de una ciudad patrimonial, que el próximo 25 de julio celebrará 505 años de fundada como Villa, las plataformas digitales, con la colaboración de la radio y la televisión territoriales, se convierten en esa sui géneris dimensión de la que se apropia el arte para ser también “bálsamo salvador de la espiritualidad” en el contexto de Covid-19.
Las casas de cultura de la municipalidad santiaguera, artistas de la plástica, instructores y promotores culturales, artesanos, bibliotecarios, músicos, compositores, teatristas, bailarines… muestran lo mejor de sí y se visibilizan ante el público por intermedio de las redes sociales y las páginas web.
En ese orden destacan por la calidad y sistematicidad de sus iniciativas, Claustrofobias (promociones literarias), Lía Videos (proyecto audiovisual), el Sello Siboney de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem) y la Casa de la Trova, por solo citar algunos ejemplos.
Toques de congas, narraciones orales, bailes de son y casino, lecturas de poesía y tanto más, se concretan desde la seguridad de los hogares para luego ser difundidas en los espacios digitales.
La Semana de la Cultura Santiaguera ha facilitado también, con apego al distanciamiento físico, la presencia de algunas agrupaciones artísticas en centros laborales del territorio, acción muy bien apreciada en esos ámbitos.
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