Regresaron a la vida, alguien ha dicho que volvieron a tener sueños en el ocaso de sus días. Ellos, quienes fueron protagonistas del lamentable evento de transmisión local en Santa Clara por Covid-19 en el Hogar de Ancianos #3 de esta ciudad, triste suceso que conmovió a Cuba, culminaron la cuarentena que los tenía en vilo.
Atrás quedaron las angustias iniciadas el pasado 12 de abril, cuando se detectó el primer caso positivo que provocó un contagio de 57 personas; entre ellas 44 abuelos y 19 trabajadores.
Actualmente permanecen en la Escuela Regional Marta Abreu, 53 ancianos, otros 29 se encuentran en la Escuela Especial Rolando Pérez Quintosa, en espera de culminar las acciones constructivas en su sede habitual, institución que está siendo remozada de manera total.
Jugar, cantar, reír
Juegan, cantan, ríen, sin dudas el rostro fruncido se despejó, desaparecieron las preocupaciones, ahora tienen la fuerza en sus historias, esas que conquistaron en la labor diaria, en el cumplimiento de misiones internacionalistas, en el combate contra enemigos desde el Escambray donde nacieron.
Vuelven a cantar boleros, bailar son y chachachá junto a artistas villaclareños que los visitan. Es visible la alegría.
Valentín Regalado, Iván Abreu y Pedro Martínez tienen a flor de labios el agradecimiento a sus ángeles cuidadores, ese equipo que durante este tiempo se ha consagrado a ellos y que lideran los doctores Marta Monzón Quintanilla y y Rodolfo Ramírez Álvarez, director al frente del centro de aislamiento.
“Los médicos, las enfermeras, los fisioterapeutas, la dietista, todos son excelentes”, afirmaron los pacientes. Además explicaron la rutina diaria que más aprecian. “De acuerdo a los padecimientos de cada cual se realiza gimnasia en el horario de la mañana, otros se quedan sentados al aire libre para coger sol y participar como espectador, pero este es un momento agradable”, afirmaron.
Odalis Carpio, esa enfermera que llegó dejando todo atrás en Quemado de Güines y atiende a pacientes encamados es inolvidable. De ello da fe Roberto Febles, un hombre que tiene sus miembros amputados, pero nada le ha cercenado su memoria y su capacidad de agradecer.
“Esta mujer es un portento me cuida con tanto amor y cariño que es casi imposible creerlo”. En sus palabras incluye al joven médico, doctor Lázaro Aguilera. “Qué muchachito para ser bueno. Volví a la vida”, sonrió y parecía decir que lo han recuperado de todo, hasta de sus afectos.
Leonardo Eber e Higinio Amado Cárdenas con varias frases colmadas de emoción dejaron la idea grande que todos expresaban de una manera u otra: ¡Viva Cuba! ¡Viva Fidel! ¡Vivan nuestros médicos!, con ello bastaba para saber lo que sienten y que todos aplaudieran.
Un equipo unido
Muchos han intervenido en la recuperación de estos ancianos que son sostén y base de nuestra historia. Es un equipo de especialistas preparados y unidos.
Entre ellos se destaca el licenciado en Higiene y Epidemiología Cristian Ernesto Pérez Menéndez; presto a estar siempre revisando cada detalle de bioseguridad, la especialista de primer grado en Medicina General Integral Marlén Figueredo Yuma, quien asumirá próximamente la dirección del nuevo Hogar de ancianos #3 ; la dietista Yaima López Cruz; que vela por cada ración.
Otros llegaron también a colaborar, ese es el caso de Chavely Villavicencio Galván, quien se encarga de hacer las pruebas de diagnóstico rápido del nuevo coronavirus y es miembro del secretariado nacional del sindicato de la Salud. Son muchos: Elaine Chirino Pérez, Mileidy Morales González, Nancy Madrigal y el chofer de Cubataxi Diego Jiménez Medina, entre otros. Todos desde la línea roja de este combate sanitario se han convertido en valientes defensores de verdades y sueños.
