Un péptido sintético puede ser para algunos una expresión abstracta, pero para los conocedores es la más concreta y dinámica realización de una parte de un prototipo.
La base para concebirlos son los aminoácidos, parte esencial de la estructura funcional de todos los organismos vivos. Los péptidos pueden ser hormonas, factores de crecimiento, antibióticos, toxinas, son aplicados en los procesos de concepción de vacunas, también para producir anticuerpos contra regiones específicas de proteínas o para modificar algunos procesos naturales con el fin de hacerlos más estables, entre otros usos.
Desde la década de los 90 en el mundo son utilizadas estas moléculas con fines terapéuticos, principio activo que se inserta, en este mismo periodo, en varios proyectos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Cuba; entre ellos los relacionados con dengue, anticancerígenos y diseño de vacunas.
El empleo de los péptidos como plataforma tecnológica ha sido decisiva para el desarrollo del CIGB, un proceder casi exclusivo para países desarrollados, idea alentada por el Comandante en Jefe Fidel Castro a finales de la década de los 80 del Siglo XX, al concebir de manera prematura un laboratorio para la obtención de estas moléculas, ellos serían la base de posibles fármacos, de ahí que el enfoque vacunal que tuvo esta institución en sus inicios se amplía y además son capaces de diseñar y obtener productos terapéuticos.
La complicidad más allá del laboratorio
En este grupo de péptidos sintéticos del CIGB han trabajado consagradamente, junto a otros especialistas, los investigadores Osvaldo Reyes Acosta e Hilda Elisa Garay Pérez, quienes con el tiempo se convirtieron en una pareja, no únicamente en lo profesional sino también en la vida personal.
Nunca han creído en la soledad dentro de un laboratorio. Allí han estado ellos y sus proyectos, los que primero fueron sueños casi utópicos y finalmente realidades palpables.
“Eso indica la fortaleza cohesionadora de un péptido y su dinámica”, dice él con humor. Mientras ella evoca las horas de estudio, entrega y dedicación de ambos por esta rama, en la que Cuba es casi una excepción en el mundo y también en América Latina, téngase en cuenta que solo existen laboratorios en contados países de alto desarrollo como Bélgica, España, Francia, Suecia, Dinamarca, India, Alemania, Japón, Estados Unidos y China.
“Sí pudimos desarrollar esta temática fue por el apoyo de investigadores de experiencia y la dirección del doctor Luis Herrera, fundador de la biotecnología cubana, que hicieron madurar el tema en el país”, precisa Osvaldo.
“Fue significativo disponer entonces de moléculas sintéticas, pudiera decirse que un punto de inflexión para la institución, pues la base biotecnológica y la ingeniería genética estaba con mucha intensidad”, apunta Hilda.
El camino transitado ha sido largo, es evidente que las cerca de dos décadas de dedicación pesaron de manera significativa para contrarrestar las actuales circunstancias sanitarias. Es decir, por haberse establecido las metodologías en péptidos, llevarlos a la etapa de desarrollo con buenas prácticas, pudo emplearse esta molécula en el tratamiento para la Covid-19 con evidente eficacia.
“Una de las moléculas más importantes usadas para el tratamiento de los casos críticos y graves es el péptido CIGB 258, que ya tiene como nombre comercial JUSVINZA, se obtuvo en nuestros laboratorios desde la etapa de investigación hasta sus ensayos clínicos. Asimismo realizaron en tiempo record la síntesis de un gran número de péptidos para ser evaluados como posibles moléculas para diagnosticar”, explicaron.
En el laboratorio cubano que concibieron introdujeron todas las posibles metodologías existentes en el ámbito internacional sobre la síntesis química e hicieron sus propios aportes. En la medida en que se han desarrollado los productos se vio la necesidad de producir estos con estándares de calidad internacional y a escala industrial. En fase de culminación se encuentra una planta de péptido para garantizar una salida comercial”, explicó la doctora Hilda Elisa.
Bioinformática: diseño de péptidos cubanos para diagnosticar
Fragmentos pequeñísimos de las proteínas (nucleocápsida y espiga) del virus SARS-Cov-2, responsable de la enfermedad Covid-19 que mantiene en vilo al mundo, fueron concebidos en los laboratorios del CIGB a partir de modelos tridimensionales de estas proteínas obtenidos por métodos computacionales de la bioinformática estructural. Estos fragmentos son los mencionados péptidos, base del diagnosticador Umelisa SARS-CoV-2-IgG, el cual se emplea en el estudio piloto en varios municipios del país.
El investigador Glay Chinea Santiago, jefe de Proyecto de Investigación dedicado a desarrollar antivirales contra el dengue en el CIGB, fue el creador de este resultado. Glay tiene la capacidad de comunicar y hacer descifrables sus conocimientos, a pesar de ser este un tema difícil de entender. Su ecuanimidad y concentración ayudan, también la pasión por lo que ha estudiado durante más de tres décadas.
“Desde que los especialistas chinos publicaron la secuencia del virus nos interesamos en ello, comenzamos a pensar entre todos”, no obstante, confesó que el lapso que medió entre la primera vez que tuvo conocimiento del germen, lo estudió y este llegó a Cuba fue sorprendentemente efímero.
En sus palabras es perceptible que hubo que pensar con rapidez, y buscar alternativas viables. “Lo ideal era tener haber tenido el virus inactivado, o sus proteínas obtenidas por la tecnología de ADN- recombinante, pero ello tomaría más tiempo”, en los matices de su vos es perceptible la urgencia y coherencia de la ciencia de la nación.
“Era imprescindible obtener un mimético del virus, los péptidos diseñados lo hacen con eficiencia. Tienen la posibilidad de detectar los anticuerpos generados por el virus, con ello puede conocerse quienes han sido infestados, el comportamiento de los asintomáticos, indica cómo se está manifestando y extendiendo la epidemia, verificar los contactos con rapidez, propicia establecer políticas públicas y sanitarias”, afirmó y reconoció a quienes colaboraron.”, aseguró.
La unidad salvadora de la ciencia
La fortaleza de BioCubaFarma de contar con un conjunto de instituciones de gran nivel científico que cubren un alto espectro de investigación y desarrollo, permitió la integración entre el CIGB y el Centro de Inmunoensayo (CIE) para el desarrollo de un sistema de diagnóstico basado en la tecnología SUMA (sistema ultra micro analítico).
Esto demuestra la integración efectiva de los diferentes grupos científicos del CIGB y de otras instituciones del país.
En medio de un mundo casi insólito para la realidad cubana, pero gestado desde ella, en el que interactúan la bioinformática estructural, el diseño de modelos, los simuladores, la experimentación biofísica, está la inteligencia y el conocimiento gestado por la Revolución, la idea creadora y visionaria de Fidel junto a hombres y mujeres sencillos y brillantes que combaten al contagioso virus.
[note note_color=»#dbfafc» radius=»2″]Aportes del CIGB a la lucha contra la pandemia:
- Se crearon las posibilidades para facilitar el diagnóstico por PCR en el país.
- Utilización del Interferón Alfa 2b recombinante como parte de la terapéutica en pacientes con Covid-19 en Cuba, China y otros países.
- 10 proyectos de investigación se pusieron en función de buscar soluciones a las manifestaciones que presentaba la Covid-19. en particular intensificar la respuesta inmunológica de los pacientes positivos.
- Se han estudiado las posibilidades de tratamiento para las diferentes etapas de la enfermedad: preventiva, estable y de cuidados a partir del Interferón Alfa 2b recombinante (Heberon), el factor de transferencia (Hebertrans) y la mezcla de interferones (HeberFERON) para garantizar la negatividad de los casos positivos , fundamentalmente este último para disminuir los procesos inflamatorios.
- Utilización del péptido sintético CIGB 258 , que ya tiene como nombre comercial Jusvinza, para el control de la llamada tormenta de citoquina
- Realizan estudios clínicos, los que constatan la efectividad de los tratamientos terapéuticos. Cuba ha demostrado que con el uso del HeberFERON los pacientes negativizan en un tiempo mínimo.
- El gran reto es obtener una vacuna contra la Covid-19