Como consecuencia de la disminución de las operaciones en la industria del ocio cubana, trabajadores de hotelería y turismo en todo el país asumen voluntariamente por estos días un cambio de labor en hospitales, adonde han llegado para aportar sus competencias profesionales en áreas claves en la prestación de los servicios, una valiosa ayuda en la lucha cubana por salvar vidas y derrotar la COVID-19.
Tareas ligadas fundamentalmente a la limpieza y en algunos casos a la elaboración de alimentos cumplen los incorporados, con destaque en La Habana, donde cinco de las instituciones asistenciales se han visto beneficiadas ya con tres rotaciones de grupos que permanecen por 14 días y luego son sustituidos por otros.
Extendida a la mayoría de las provincias, la iniciativa se oficializó esta semana en Matanzas, con el abanderamiento de los que ya ocupan puestos en el Hospital Militar Doctor Mario Muñoz Monroy, centro de atención a enfermos de la COVID-19 agradecido por la contribución, según las palabras de su director, el doctor Juan Carlos Martín Tirado.
La presencia en los centros asistenciales constituye uno de los cinco frentes en los que hoy se insertan 6 mil empleados del estratégico sector, constituidos en 106 brigadas Elpidio Casimiro Sosa González, afirmó a Trabajadores Víctor Lemagne Sánchez, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de Hotelería y Turismo.
El dirigente mencionó como una segunda tarea las 59 instalaciones de turismo convertidas en centros de aislamiento, 45 de las cuales, precisó, pertenecen al Grupo Empresarial Campismo Popular, que el 16 de mayo cumplió 39 años de creado.
Significó lo hecho por instalaciones extrahoteleras y hoteleras que, con la elaboración, venta y servicio de comida a domicilio, respaldan el comercio minorista en el país, al igual que en otros colectivos incursionan en la producción de alimentos, una solución ventajosa, precisó, por influir en el descenso de los costos y disponer de hortalizas frescas o viandas de ciclos cortos, plantadas en áreas de los propios hoteles.
Lemagne Sánchez ponderó las brigadas destinadas a las inversiones, mantenimiento y recuperación de habitaciones y cabañas, lo que supondrá un impulso relevante, estimó, para poner en orden alojamientos que hoy no lo están y para que el turismo cubano retorne rejuvenecido a sus operaciones.
