A pesar de la pandemia, los trabajadores portuarios continúan sus faenas, pues la economía así lo requiere, aunque obviamente se aplican todas las medidas higiénicas y sanitarias orientadas.
Así lo afirmó a Trabajadores Asegura Silvio Paz González, director general de la Administración Marítima de Cuba en la región central del país, cuya sede radica en la ciudad de Cienfuegos.
Entre las disposiciones establecidas está la limitación del vínculo con las tripulaciones, las que no pueden bajar de las embarcaciones aunque sean cubanas. Para realizar los enrolos y desenrolos (cambios de marineros) en los barcos mercantes nuestros existe un procedimiento de conjunto con el Control Sanitario Internacional y se requiere la autorización del Consejo de Defensa Provincial, explicó el directivo.
Los integrantes que proceden del extranjero se envían a sus territorios de destino, donde permanecen en un Centro de Aislamiento por 14 días. Al bajarse se les realiza la prueba rápida para determinar si es portador del SARs-CoV2.
Las zonas portuarias cuentan con personal médico especializado, quienes evalúan a todas las personas que acceden a ellas, independientemente de las actividades que realicen.
Para la economía resulta imprescindible que se mantengan las operaciones portuarias, sobre todo para cumplir los planes de exportación, principalmente de azúcar, y el desembarque de alimentos para la población, especificó.
El puerto cienfueguero es el tercero en importancia del país, después de los de La Habana y Santiago de Cuba.
Según el actualizado sitio www.marinetraffic.com/ en este momento hay cinco barcos en él y se espera el arribo de dos más.
La Empresa de Servicios Portuarios del Centro, cuya dirección radica en la también llamada Perla del Sur, administra ese puerto, así como el de Palo Alto, en Ciego de Ávila, y los de Caibarién, en Villa Clara, y Casilda, Sancti Spíritus.
