La Misión de Verificación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Colombia manifestó su preocupación por los asesinatos cometidos contra exmiembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), quienes de buena fe dejaron las armas.
En un comunicado difundido la víspera, la entidad internacional condenó el homicidio del integrante del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), Wilder Daniel Marín Alarcón, ocurrida el pasado 7 de mayo en el municipio de Bello, en el noroccidental departamento de Antioquia.
El partido FARC denunció el sábado el asesinato del exinsurgente, quien se encontraba en proceso de reincorporación en la ciudad de Medellín, capital del departamento de Antioquia, y fue encontrado por las autoridades envuelto en un colchón incinerado.
La misión de la ONU, que verifica el cumplimiento de los acuerdos de paz suscritos entre el Gobierno colombiano y las desmovilizadas FARC-EP en el 2016, subrayó que con Wilder “son ya 24 los casos de asesinatos, en el 2020, de quienes están comprometidos con su proceso de reincorporación”.
Asimismo señaló que desde el inicio de la cuarentena impuesta en Colombia para combatir la pandemia de la COVID-19, se han registrado por fuentes nacionales seis asesinatos de excombatientes y de al menos 32 líderes sociales.
“Desde la firma del Acuerdo Final de Paz han sido asesinados 198 personas en proceso de reincorporación”, lamentó la Misión de la ONU.
Al propio tiempo, la entidad de Naciones Unidas instó a las autoridades colombianas “a la profundización de medidas para el desmantelamiento de organizaciones criminales y sus redes de apoyo, con el fin de garantizar la seguridad de excombatientes, líderes sociales y defensores y defensoras de los derechos humanos”.
(Con información de Telesur)