Cuando conocí del primer caso positivo en la Empresa Poligráfica Enrique Núnez Rodríguez, de Villa Clara, a pesar de lo tenso de la circunstancia, tuve la convicción de que ese colectivo sabría empinarse.
La respuesta de los trabajadores a este episodio demuestra las potencialidades y reservas de ese centro, Vanguardia Nacional por diez años del Sindicato de Nacional de Trabajadores de Industrias en el país, capaz de emprender un proceso inversionista casi inédito en Cuba, pues cumplió con rigor cada paso del proceso, además estricto del cumplimiento de la normas de salud, seguridad y protección al trabajador.
La coherencia con que labora cotidianamente esta entidad propició la aplicación del protocolo establecido para los centros laborales cubanos ante eventos de transmisión local de Covid-19, concebido en el plan general para contrarrestar la pandemia.
Excepto la persona índice, que presentó leves síntomas, el resto no reportó señales de la enfermedad, y hasta el momento son cinco los trabajadores contagiados.
“Ese trabajador refirió sentir algunas molestias, declaración que prácticamente fue una autopesquisa, entonces se le indicó retirarse a su domicilio e ir al médico. Luego la asistencia primaria lo consideró sospechoso, con posterioridad el PCR resulta positivo. Inmediatamente comenzó el estudio de la cadena de contactos, la cual es amplia”, explicó el ingeniero Jorge Enrique Veitía, director.
Quienes conocen a Jorge Enrique sabemos que es un triunfador, por ello no era de extrañar que desde el mismo momento en que supo de la transmisión local en el centro, decidiera continuar las labores y mantener vitalidad de la impresión de la prensa cubana.
“Continuamos en el lugar donde sucedió el hecho, hicimos todas las labores de higienización indicadas por el Departamento de Epidemiología de Salud Pública y el Consejo de Defensa Provincial, a partir de ahí se desencadenó el resto de las decisiones, teniendo como premisa que el segundo turno de trabajo era negativo”, aclaró .
“Ajustamos todo el proceso, pero se ha realizado con cordura, ecuanimidad, se mantiene el flujo laboral, el descanso establecido y la coherencia en las acciones. Además, se cuida con minuciosidad la calidad de la impresión de la prensa cubana, en estos días casi monotemático por la Covid’19 y ahora nosotros que somos noticia, es como el cazador cazado, puntualizó el director. En sus palabras era perceptible el susto del impacto y la alerta a otros a no descuidarse.
La casa-taller
La disyuntiva estuvo en ir a un centro de aislamiento de los establecidos por Salud Pública o convertir el Poligráfico en uno muy particular. La decisión fue quedarse en el centro, asumir las labores de higienización, descontaminar cada lugar y entrar en cuarentena. Los talleres entonces se desdoblaron para adquirir una doble condición y convertirse en una casa-taller.
Raquel Baute Gómez, secretaria general del Buró sindical, analista de producción, narró cómo viven estas circunstancias. “Tenemos mucho sentido de pertenencia, amamos la profesión y nuestros oficios. Estamos enamorados de los periódicos que imprimimos ahora a color, no podemos parar, somos los únicos que sabemos hacerlos en Cuba con esta tecnología. Eso nos motiva a estar aquí: laborar, cuidarnos, cumplir cada una de las indicaciones y observándonos unos a los otros, pues esta es una familia”, afirmó y en sus palabras está el aliento de quien sabe que unidos pueden salir adelante en este momento difícil.
“Aquí se invirtieron los papeles, no es teletrabajo, lo que tenemos es telecasa”, dijo de forma jocosa Vladimir Negrín Hernández, jefe del Taller de Impresión de la prensa, al referirse a la comunicación con la familia, pero con mucha seriedad reconoció el esfuerzo de los compañeros que durante más de siete días han laborado sustituyendo al turno en el que se produjo el contagio, y están ubicados en centros de aislamiento establecidos por el sistema de salud en el territorio.
Actualmente el Poligráfico es el mismo y es otro. Varias áreas del taller, oficinas y baños fueron convertidos en casa-dormitorio, existe un grupo destinado a la distribución de la alimentación, con aseguramiento estricto. María Angélica Tabeada, jefa del Departamento de Comercialización, Aseguramiento y Venta, realiza una labor exquisita al respecto para que nada falte al trabajador en estas condiciones, así como los recursos para lograr la impresión.
“Es un aparente encierro, porque estamos activos. Enfrentar las problemáticas hermanan, cada cual ayuda al otro, nos cuidamos entre todos, y a la vez laboramos. El Ministerio de Industrias desde el primer momento ha mantenido una constante atención al colectivo: avituallamiento, alimentación, camas, colchones, aseo, y sobre todo están al tanto de cuanto sucede para saber del estado de salud de cada uno”, precisó María Angélica.
Desde que se determinó la cuarentena en el Poligráfico con los trabajadores sanos para mantener las labores de impresión de la prensa, fue establecido una vigilancia médica continua -tres veces al día-, se realiza la pesquisa diaria como establece el protocolo, reforzaron el filtro sanitario a esta entidad y la higienización permanente, además del control estricto de aquellas personas que son imprescindibles accedan al lugar para recoger la prensa.
Epílogo
El leve sonido de la actual automatización del Poligráfico Enrique Núnez Rodríguez, de Villa Clara, provoca un panorama apacible en sus amplios talleres. La noche sigue teniendo el mismo ajetreo en el centro villaclareño, cada trabajador ubicado, como siempre realiza su labor, solo cambia el atuendo de pijama cuando van a dormir y que el lecho está muy cerca de las máquinas que operan.
En medio de este ambiente se aprecia una sonrisa, una frase de aliento, o un ¡Estoy bien!, desde un celular en las manos de un trabajador que se comunica con los suyos.
Tras cada periódico que usted reciba durante los próximos catorce días estarán historias sobre esta pandemia que nos tiene en vilo, sabiendo que el contagioso virus llegó hasta el lugar en que se imprimen las noticias, a pesar de cuidados extremos. Por eso estos trabajadores, conscientes de las circunstancias, recomendaron: ¡Cubanos, cuidémonos, no seamos noticia!
OTROS DATOS
Hasta el momento se reportan cinco trabajadores del Poligráfico y ocho familiares contagiados.
Se han detectado 422 contactos, incluyen trabajadores de la Empresa Camiones del Centro, chóferes de Correos de Cuba de Villa Clara y varias provincias; así como familiares.
Continúan las investigaciones con extremo rigor y detalle de la compleja cadena de contactos directos e indirectos, muchos de los cuales ya están ingresados.
Este evento abarca cuatro áreas de salud del municipio de Santa Clara, el más impactado en el país por la enfermedad.
Se implementaron todas las medidas de desinfección correspondientes.
El actual proceso automático de impresión no permite la contaminación ni la vía de la manipulación de los periódicos.