Aun cuando en los talleres de la unidad empresarial de base (UEB) Varona hay menos ajetreo productivo en comparación con otros momentos, no deja de escucharse el diario accionar del colectivo en el empeño por garantizar sus compromisos con la economía.
El enfrentamiento a la COVID-19 ha obligado a reducir el personal. Allí permanecen unos 130 trabajadores de los más de 200 con que cuentan. Entre las principales tareas que acometen sobresale la construcción y montaje de minindustrias o plantas completas para el procesamiento de frutas y vegetales, un rubro de alto impacto en la rama agroalimentaria y en la sustitución de importaciones.
No se ha detenido la instalación de esos equipos, incluido el servicio de reparación, labores que se llevan a cabo en Bayamo, Pinar del Río, en el municipio tunero de Jobabo, y otros territorios del país, según informó Yanet Barceló Pelegrín, directora de Investigación y Desarrollo de la Empresa Metal Mecánica Varona. Agregó que también se fabrican piezas de repuesto para esos medios, misión a cargo de la UEB Precam (Vietnam Heroico).
Al aporte para enfrentar la situación epidemiológica se refirió Pedro Ginebra Ginebra, secretario general del buró sindical extraterritorial en la referida empresa capitalina. “Cumplimos con una solicitud de 42 literas destinadas al Hospital Doctor Salvador Allende y la reparación de las mesas calientes de comedor en los centros de aislamiento”, destacó.
El combate hacia lo interno
Oídos receptivos y medidas oportunas no han faltado en la prevención del nuevo coronavirus.
“La empresa ha sido muy rigurosa en tal sentido. Recibimos conferencias por parte de la dirección del policlínico de nuestra área, además de documentos para la autopreparación del colectivo, con lo cual aprendimos aspectos desconocidos acerca de esta enfermedad”, explicó Yanet.
Ponderó, asimismo, la participación de personal de ese centro de salud en el reparto California, y de estudiantes de Ciencias Médicas, quienes realizaron pesquisas sanitarias.
En un matutino les informamos a los trabajadores de la UEB las medidas de seguridad relacionadas con el uso obligatorio del nasobuco en todas las áreas, la colocación de gel antibacteriano en los baños, el lavado de las manos con hipoclorito de sodio, la limpieza de pasamanos en las escaleras y superficies, así como la desinfectación de los teclados y las computadoras. “Estamos en puerto seguro”, afirmó.
Según refiere Ginebra, actualmente en distintos puestos de las cinco UEB de la empresa permanecen 393 personas de una plantilla actual de 835. El trabajo a distancia que llevan a cabo ingenieros y especialistas, con prioridad en los diabéticos y otros adultos mayores vulnerables o en riesgo, constituye una alternativa puesta en práctica.
Resulta alentador escuchar el sonido de la pulidora u otro equipo en el taller de pailería inoxidable en la UEB Varona, donde también se fabrican tanques para el almacenamiento de combustible, transportadores sinfín, equipos industriales y más renglones. Sus obreros respaldan con denuedo la condición de Vanguardia Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de Industrias, otorgada a la entidad por sus resultados en el año 2019.
Uno de esos hombres es Rolando Labrada Guzmán. Allí llegó muy joven y acumula vasta experiencia desde 1973.
“La pandemia —dijo— nos ha limitado en cuanto a la disponibilidad de personal, pero no nos hemos paralizado. Estamos en la mejor disposición de echar palante para garantizar lo que el país necesite de nosotros”.
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