“(…) desde aquí, con tres días de anticipación, quiero expresar nuestra simpatía y solidaridad con los trabajadores de Cuba, y esperamos que ese día se reúnan allí”.
Eran palabras de Fidel en una conferencia de prensa efectuada desde el avión Libertad que lo conducía en el viaje desde Texas hacia Sudamérica.
El Comandante en Jefe se refería a la primera celebración del Día Internacional de los Trabajadores después del triunfo revolucionario, convocada para la entonces Plaza Cívica, hoy Plaza de la Revolución José Martí, de La Habana.
No pudo estar presente, pero desde las alturas subrayó el significado de la fecha: “(…) debe ser el día de todo el pueblo, puesto que esta obra grande que nuestra patria se ha propuesto realizar y que está realizando por encima de todos los obstáculos, es una obra de toda la nación”. Y así lo ha sido desde entonces.
Aquella celebración en la capital estuvo presidida por el Comandante Raúl Castro Ruz, mientras que en Santiago de Cuba y en Camagüey pronunciaron discursos los Comandantes Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos, respectivamente.
El primer discurso de Fidel a su pueblo por el Primero de Mayo en la todavía Plaza Cívica fue en 1960.
Uno de los más multitudinarios y prolongados desfiles ocurrió en 1961, recién conquistada la victoria contra la invasión mercenaria por Playa Girón. Lo reflejó así el Indio Naborí: ¡Qué mar, qué tremendo mar/ de fuerzas trabajadoras/ durante catorce horas/ seguidas lo vi pasar…/infinito desfilar/ de banderas y altas frentes/ desde los rayos nacientes/ del sol, a la clara luna/ y la Patria en la tribuna/ viendo pasar sus corrientes.
La actual conmemoración, signada por la pandemia del coronavirus, no es la única en que han dejado de efectuarse masivas demostraciones de pueblo.
En 1969, denominado Año del Esfuerzo Decisivo, los desfiles fueron sustituidos por la realización de jornadas productivas y fabriles en cumplimiento de la consigna ¡A celebrar el Día del Trabajo en el trabajo! El país estaba volcado a la colosal tarea de la zafra de los 10 millones que le dio nombre al año siguiente, en que la fecha tuvo similares características.
La dureza del período especial no impidió el festejo en Marcha del Pueblo Combatiente: ¡Pa’ lo que sea Fidel, pa’ lo que sea!, fue la frase reiterada que brotó de la multitud en aquel 1990, centenario de la primera celebración en el mundo y en Cuba del Primero de Mayo. Esta revelaba la decisión de los cubanos de persistir en su proyecto social, a contrapelo de los vaticinios del derrumbe total del socialismo. Al año siguiente, 1991, por primera vez en la Plaza rodaron miles de bicicletas, como símbolo de resistencia.
En 1995 la conmemoración trasladó su escenario al Parque Central. Se cumplían 105 años de la primera marcha efectuada en Cuba, y 3 mil trabajadores, el mismo número de los que participaron en aquella lejana fecha, reeditaron su recorrido para reunirse después con otros miles ante la estatua de nuestro Héroe Nacional José Martí.
Fueron muchas las ocasiones en que Fidel acompañó a su pueblo y pronunció el discurso central del Día Internacional de los Trabajadores. En el 2000 expuso el concepto de Revolución y en esa jornada se refirió a los últimos hechos relacionados con el secuestro de Elián González.
En el 2006 el Comandante en Jefe habló por última vez en la Plaza en la concentración por el Primero de Mayo. En el 2009, cuando se cumplía medio siglo de la primera celebración tras el triunfo revolucionario, dijo en una de sus Reflexiones titulada El día de los pobres del mundo: “No en vano, mucho antes del Primero de Enero de 1959 habíamos proclamado que nuestra Revolución sería la Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes. Los éxitos de nuestra Patria (…) y en especial la fuerza y la unidad del pueblo, lo están demostrando, a pesar del bloqueo despiadado”.