Este Primero de Mayo, los más de 22 mil colaboradores cubanos en Venezuela convirtieron en plazas las calles de cerros y de otras comunidades, donde residen las personas más vulnerables, y celebraron el Día Internacional de los Trabajadores con sentido del momento histórico que vive la humanidad frente a la COVID-17.
En todas las brigadas, diseminadas en los 24 Estados de esta nación sudamericana, realizaron matutinos especiales, entonaron las vibrantes notas de los himnos nacionales de sus dos patrias, condenaron el atentado terrorista contra la embajada de Cuba en Washington y el bloqueo imperial a los dos países.
Después de corear las ardientes estrofas de la Internacional salieron dispuestos a desafiar las poderosas fuerzas del Sars-CoV-2, y a defender los valores en los que creen al precio de cualquier sacrificio y de los riesgos que la situación impone, “porque están en juego la salud y la vida de mucha gente”, me dijo Damar Castro Trougb, uno de los integrantes de la Misión Deportiva que comparte con sus compatriotas de Salud las pesquisas casa a casa en las comunidades.
Así continúan dando batalla por la vida con modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo, y la convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas, como antídoto para combatir las campañas mediáticas imperiales.
En las actividades de salutación a la trascendental efeméride, los trabajadores de la Isla rebelde y bella ratificaron su apego al concepto de Revolución, proclamado por el invencible Comandante en Jefe Fidel Castro, devenido brújula en los combates de hoy.
En la cotidianidad, los misioneros desmienten las campañas difamatorias del imperio que pretenden denigrar la colaboración médica cubana en el extranjero, pues la obra que construyen tienen profundas raíces humanistas en el legado de los padres fundadores de la nación.
Y, siguiendo las ideas del Comandante Eterno Hugo Chávez, miles de colaboradores marcharon hacia las catacumbas del pueblo portando banderas de solidaridad y el compromiso de seguir acompañándolo en su resistencia estoica contra el imperialismo y la pandemia.