Una caravana de camiones con pancartas, afiches, banderas y flores despertó la ciudad que desfiló desde cada portal con nasobuco, manteniendo la distancia establecida, aplaudiendo fuerte y expresando consignas y marchas.
La Plaza de las grandes concentraciones en Villa Clara, esa dedicada a Comandante Ernesto Guevara, volvió a sentir el fervor patrio. Desde ese recinto se conmemoró el Primero de Mayo en esta provincia, matizado además por un arcoiris que la naturaleza dejó apreciar al terminar la marcha de la Internacional, como simbólica alusión a la esperanza de vencer la pandemia que nos recogió en las casas e impidió marchar por las avenidas.
Una ofrenda alegórica a la efeméride, confeccionada por los trabajadores de Comunales con flores naturales, se colocó junto a la estatua del Guerrillero Heroico. En el Memorial que guarda los restos de los combatientes de la epopeya boliviana que comandó Guevara. El Consejo de Defensa Provincial, presidido por Yudi Rodríguez, dedicó flores y un minuto de silencio como tributo a los héroes y con ello a la gloriosa fecha.
Julio Morales Verea, secretario general de la central de Trabajadores de Cuba en el territorio exhortó a cumplir las medidas establecidas para enfrentar la Covid-19 y llamó además a realizar esfuerzos decisivos en aquellos sectores vitales como la zafra azucarera y la producción de alimentos y reconoció la labor de los trabajadores de la salud en las actuales circunstancias.
Similares homenajes se realizaron en Sagua la Grande junto al busto de Alfredo López y en Encrucijada en la casa natal de Jesús Menéndez, ambos líderes sindicales cubanos.
Flores para hombres inmensos
En gesto humilde, pero sumamente sensibles, los trabajadores del sector de Comunales en Villa Clara, donaron flores a los abnegados profesionales de la salud.
Llegaron hasta los hospitales Manuel Fajardo y Celestino Hernández de Santa Clara, iban con los colores de la vida en sus manos y las entregaron a quienes están salvando vidas.
Gladiolos, margaritas, azucenas, rosas recibieron este Primero de Mayo los integrantes de ese contingente de batas blancas que está librando la batalla contra el contagioso virus que tiene en vilo a Villa Clara, Cuba y el mundo.
A ellos, hombres inmensos, galenos de estirpe sublime, son estas flores, para que llenen de matices la jornada de este Día Internacional de los Trabajadores con los mejores colores de la vida y el aroma sutil de una rosa, como símbolo de amor, solidaridad, aprecio y gratitud.
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