La batalla sin tregua que lleva a cabo el país contra la COVID-19 tiene un frente de combate en los trabajadores de la Empresa Integral de Servicios Automotores (Eisa).
Quizás sin precedentes para sus colectivos, desde oriente hasta occidente, resulta hoy la urgencia de garantizar con los recursos actuales la disponibilidad técnica de vehículos como ambulancias, camiones, camionetas y ómnibus que apoyan la lucha contra la pandemia en diferentes misiones.
Todos los días, a la 1:30 p.m., en el puesto de dirección de esa entidad, ubicada en el municipio capitalino de San Miguel del Padrón, se realiza un análisis y adoptan decisiones sobre los principales aseguramientos de la logística destinada a la reparación y mantenimiento a esos medios de transporte relacionados con el sistema de salud, la comercialización y distribución de medicamentos, así como vehículos que intervienen en otras labores en la esfera de los servicios.
Según explica Juan Raúl Peña Amita, director general de Eisa, a través de las 15 unidades empresariales de base (UEB) y la de Logística como suministradora, hemos creado una vía de respuesta rápida con el uso de equipos ligeros en lugar de vehículos pesados que permite llevar lo más pronto posible las piezas de repuesto que tengamos en ese momento a la provincia que por haber con roturas esté afectada.
Señaló que para el presente mes se prevé el arribo de un lote de motores para ambulancias Hyundai actualmente fuera de servicio, para lo cual contamos con los medios para el montaje y puesta en marcha. Destacó que el reciclaje de algunas piezas y componentes ha posibilitado recuperar al menos una decena de equipos, de esa tecnologia y del tipo GAZelle.
Camiones y camionetas (algunos refrigerados) de la Empresa Comercializadora de Medicamentos (Emcomed) también llegan a los talleres de Eisa. Se incluyen además carros pipa para el acarreo de alcohol y furgones refrigerados. A ese parque de equipos nuestros trabajadores le buscan de igual modo alternativas de soluciones con el sistema de respuesta rápida, subrayó el director general.
La compleja situación motivada por el nuevo coronavirus pone en tensión a los más de mil 500 trabajadores de Eisa. Al decir de Peña, resulta preciso ser más eficientes al disminuir los tiempos para poner “de alta” los vehículos. “Hoy estamos centrados en las prioridades con el mantenimiento y las reparaciones eventuales”.
Alberto Rodríguez, jefe de taller de la UEB Eisa-Emoto, en La Habana, refiere que una de las principales tareas aquí es la atención a ómnibus que prestan servicio en el municipio del Cotorro en la transportación interna de personas con posibles contagio con la COVID-19 dentro de la localidad.
“Para nosotros la sostenibilidad consiste en mantener en óptimas condiciones el estado técnico del vehículo mediante el cambio de aceite, de filtros, regulación de los sistemas de dirección, frenos y transmisión de todos los vehículos que recibimos, excepto las ambulancias Hyundai y GAZelle”. Las palabras de Guillermo Sánchez, especialista principal de Eisa, son definitorias: “Todas nuestras UEB en el país se encuentran trabajando con el personal imprescindible en cada área. No estamos en la retaguardia; estamos a pie de obra”.