“Lamentablemente, la directriz corporativa que tenemos hoy día es suspender toda relación comercial con Medicuba; la única forma de que podamos reanudar el trabajo conjunto es por medio de una licencia OFAC que expide el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y que todavía no la tenemos”.
Con esas palabras y una «disculpa personal por toda esta situación», quedaron suspendidos los vínculos de la Empresa Importadora y Exportadora de Medicamentos (Medicuba) con Vyaire Medical Inc, compañía estadounidense que compró IMT Medical y Acutronic, hasta entonces proveedores habituales de respiradores artificiales al sistema de salud de la Mayor de las Antillas.
El ejemplo es solo uno más de la cotidiana lista de acciones que hacen realidad el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, acto hostil que no entiende de pandemias ni de crisis humanitaria.
El presidente de Estados Unidos Donald Trump haría muy bien en escuchar la opinión del mundo y de su propio pueblo, que por diversas vías nos han expresado su solidaridad y deseos de cooperar con los cubanos, declaró este viernes el Vicepresidente de Medicuba, doctor Luis Silva Herrera.
Las dificultades de esa empresa estatal fundada en 1962 pasan por la obligatoriedad de acudir a mercados lejanos, lo cual encarece los productos de mayor demanda: medicamentos, reactivos, instrumental médico, material gastable, equipos y piezas de repuesto.
El bloqueo también obstaculiza el cierre de contratos, sostiene la persecución financiera y la negativa de bancos a tramitar los pagos de Cuba y genera numerosos escollos a navieras y aerolíneas que se niegan a cargar los insumos que deben transportar a la isla.
En los últimos años, Medicuba ha intentado contactar a más de 60 compañías estadounidenses para adquiriralgunos de los medicamentos o equipos que fabrican o comercializan. La gestión ha sido infructuosa pues la inmensa mayoría no contesta y la que lo hace afirma que no pueden establecer vínculos con Cuba debido a prohibiciones expresas del departamento del Tesoro, denunció Silva Herrera.
El directivo añadió que a pesar de esa realidad, existía un grupo de empresas que integraba la cartera de proveedores habituales de Medicuba (Varian Medical Systms, RadiologyOncologySystemsInc (Ros), General Electric International Inc (GE), Mercury Medical, Masimo, Eli Lilly and Company y Bayer) a las que estuvieron tratando de contactar para las compras del 2020. Solo dos contestaron: la Bayer, que ha referido tener vencida la licencia que otorga la OFAC, y Eli Lilly, que informó el cese de su relación comercial hasta nuevo aviso.
A pesar de esta realidad, el doctor Silva aseguró que Cuba cuenta actualmente con todo lo necesario para dar respuesta a la Covid-19, para lo cual el país se ha preparado con tiempo, y también para asistir a los pacientes con enfermedades crónicas, quienes constituyen uno de los principales grupos de riesgo.
El doctor Néstor Marimón Torres, director de Relaciones Internacionales y Cooperación, del Ministerio de Salud Pública, por su parte, calificó el bloqueo como el sistema de sanciones más injusto, severo y prolongado de un país contra otro, y que este altera, de manera especial, la salud de los cubanos y su bienestar.
En los que va de año el Minsap ha sufrido afectaciones estimadas en 160 millones de dólares, 60 millones más que en igual etapa del año anterior, aunque el daño más significativo es la angustia humana ante la carencia de un medicamento o de un tratamiento, aseveró Marimón.
El bloqueo obstaculiza la labor de Cuba en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030, y se vuelve más cruel y genocida en circunstancias como las de la pandemia, que demanda de una respuesta ágil de los sistemas de salud.
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