“Es tiempo de solidaridad, no de exclusión”, ha proclamado la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), al tiempo que hace un llamado a levantar las sanciones impuestas a Cuba y a Venezuela para permitir su acceso a alimentos, suministros médicos y pruebas de la COVID-19, así como asistencia médica.
Al referirse a la emergencia social que la pandemia representa actualmente para la región, la CEPAL destaca que son necesarias medidas de protección de los ingresos para los grupos más vulnerables y medidas de protección del empleo, como los subsidios de desempleo e ingreso básico de emergencia, y medidas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas (PYMES) y los trabajadores por cuenta propia.
Los reclamos anteriores aparecen consignados en el estudio titulado América Latina y el Caribe ante la pandemia del COVID-19: efectos económicos y sociales, realizado por la referida agencia de Naciones Unidas, cuyos elementos más significativos fueron divulgados a través de su página digital oficial.
El documento, dado a conocer inicialmente en una conferencia de prensa virtual (vía video) por la Secretaria Ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, aborda la coyuntura, los escenarios y las proyecciones hacia el año 2030 ante la presente crisis pandémica global, junto con la recomendación de acciones de políticas en diversos ámbitos para contrarrestar sus negativas consecuencias.
El estudio señala que América Latina y el Caribe enfrenta la pandemia desde una posición más débil que la del resto del mundo, y recuerda que antes de la llegada de la COVID-19, la CEPAL preveía que la región crecería un máximo del 1,3 % en el 2020. Sin embargo, los efectos de la crisis han llevado a cambiar esa previsión y pronosticar una caída del PIB de al menos -1,8 %, aunque no se puede descartar que se llegue a contracciones de entre -3 % y -4 %, o incluso más.
De acuerdo con el documento, la única opción estratégica en el mediano plazo para mitigar los efectos de la COVID-19 en Latinoamérica y el Caribe es avanzar hacia un nuevo modelo de desarrollo a través de una mayor integración.
Asimismo, el texto insta a los Gobiernos de la región a tomar medidas urgentes para abordar la emergencia sanitaria y la emergencia económica, además de la emergencia social; y en este sentido advierte que el impacto económico final dependerá de las medidas que se tomen a nivel nacional, regional y global.
A los fines de promover entre los diversos factores de América Latina y el Caribe la indispensable concertación hacia un mejor futuro, y también contribuir a su realización, Alicia Bárcena afirmó:
“La CEPAL ofrece un espacio intergubernamental para convocar a las partes interesadas de los sectores público y privado, la sociedad civil y la academia para desarrollar soluciones políticas a los impactos a largo plazo de la crisis y monitorear sus impactos”.
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