Una llamada para felicitarla por su cumpleaños el pasado 23 de marzo me regaló su historia, la más reciente carrera que ha protagonizado y en la que volvió a salir ganadora. No fue en 400 ni 800 metros. Tampoco marcó ningún récord ni subió al podio. Ana Fidelia Quirós se le adelantó a la COVID-19 y la venció, primero en Italia, luego en España y finalmente en Cuba.
“Estaba pasándome unos días con mi esposo en Torino, Italia, cuando empezaron a llegar las noticias del coronavirus en China. Por supuesto, rápidamente tomé mis medidas y decidí adelantar el regreso a Cuba, aunque antes debía pasar por España, a ver unas amistades que me habían invitado desde hace varios años.
“Y resulta que cuando arribé el 23 de febrero a Madrid también comenzaron a aparecer los primeros casos allí y se destapó la pandemia en Lombardía. Tres días apenas estuve con ellos y el 27 de febrero ya estaba entrando por el aeropuerto José Martí”, cuenta Ana como si se tratase de su mejor táctica de carrera: ella delante y el coronavirus detrás.
“Mi esposo sigue en Italia y cuenta que no pueden salir, que no hay un alma de dios en las calles. Las amistades me llaman, me escriben y dicen que es un caos, que hay mucho miedo. Puede salir una vez al día un miembro de la familia a buscar alimentos o medicamentos. Solo dejan entrar cinco o seis personas a los mercados al unísono y mantienen la distancia de un metro.
“Como ves, son medidas extremas, pero parecidas a las que estamos instrumentando aquí ahora. Los cubanos no nos podemos confiar. Tenemos un sistema de salud bueno, y nadie como yo puede dar fe de eso, pero no podemos permitir que colapse el sistema, es decir, que los hospitales no den abasto para atender los casos, tal y como está pasando en muchos países”, reflexiona.
Le insisto entonces en conocer cómo pasó esa etapa después de su llegada y en especial su cumpleaños. La conocida Tormenta del Caribe abre de nuevo sus turbinas y parece tomar la punta de la carrera, en pos de la meta final.
“No habían hablado aquí de la cuarentena ni del aislamiento, pero me lo autoimpuse porque sabía que tocaba. Corro desde entonces más temprano, cuando apenas hay gente en las calles y así evito el contacto. Además, dejé de ir al gimnasio antes de que los cerraran. Hago ahora más ejercicios en casa junto a mis hijos, a quienes tampoco dejo salir.
“El que entre aquí debe lavarse las manos y usar hipoclorito. El 23 les dije a todos mis amigos que nadie viniera a verme. Estuve contestando el teléfono y respondiendo por las redes sociales los mensajes que me mandaron. Me tomé una botellita de vino con mis hijas y mi familia. ¿Y quieres que te diga algo? Me sentí más acompañada así que en otras ocasiones”.
Por supuesto, no quisimos pasar por alto sus opiniones sobre la necesaria disciplina en estos momentos por parte de la población, así como la posposición de la cita olímpica de Tokio y las decisiones tomadas por el Inder para abril y mayo.
“Me preocupan las colas. Las personas tienen que ser conscientes del peligro. Si se contagia uno, la familia está en riesgo. No basta solo con contar con hospitales, doctores y medicamentos. La gente debe entender que es momento de estar en casa. Todo no se le puede dejar a la policía, aunque ellos tienen un deber que cumplir.
“Como parte del proyecto comunitario en el que estoy hago nasobucos para mi familia y estoy regalando a la gente del barrio y amistades que me han pedido. Es mi pequeño aporte.
“Lo de aplazar los Juegos Olímpicos es lo mejor. Se veía venir porque nadie sabe cuánto va a durar esto; hay ya más de 170 países con la enfermedad y aparecen más casos. Los atletas no están preparados al nivel que se requiere para ir a los Juegos y quedaban muchas clasificaciones pendientes.
“Nosotros hicimos también lo correcto. Los deportistas estarán con sus familias en este momento y se evitarán gastos innecesarios en las escuelas. Cuando se restablezca todo pues entonces se reincorporarán y habrá que rediseñar la preparación, porque ahora todo ha cambiado”.
La más reciente carrera de Ana Fidelia vuelve a ser noticia. Triunfa, vence y con ella nos convida a triunfar y vencer a los cubanos.