El 5 de agosto de 2019 Relaciones Exteriores de Canadá en Ottawa emitió un comunicado de prensa que dice en el que confirma que el secretario parlamentario RobOliphant asistirá a la Conferencia Internacional para la Democracia en Venezuela.
El evento incluirá representantes de más de 50 países, lo que demuestra que lograr un fin pacífico de la crisis en Venezuela es un objetivo ampliamente compartido por la comunidad internacional.
El propio Oliphant ha dicho que “Millones de personas han sido afectadas por la crisis económica, política y humanitaria en Venezuela. El pueblo venezolano continúa sufriendo todos los días a manos del régimen ilegítimo de Maduro. Esta tragedia ha durado demasiado. Es hora de que la comunidad internacional se una y tome una posición unida en apoyo de un retorno pacífico a la democracia en Venezuela”.
Hechos rápidos
En julio de 2019, Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, publicó un informe sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela en la que aseguraba que más de 4 millones de venezolanos se han visto obligados a huir de sus hogares desde 2015 en busca de alimentos, atención médica y otros servicios básicos.
El 24 de marzo 2020 la propia Bachelet pidió que se atenúen las sanciones para facilitar la lucha contra el COVID-19. Tal como reportó el pasado 24 de marzo un medio de prensa desde Ginebra, la Alta Comisionada de la ONU sugirió que las sanciones sectoriales de amplio espectro que se aplican a países que se enfrentan a la pandemia del coronavirus deberían ser objeto de una reevaluación urgente, en vista de su posible repercusión negativa sobre el sector de la salud y los derechos humanos.
“Es fundamental que se evite el colapso de los sistemas sanitarios nacionales, habida cuenta de la explosiva repercusión que eso podría tener en términos de muerte, sufrimiento y ampliación del contagio”, afirmó Bachelet. “En este momento decisivo, las sanciones sectoriales deberían atenuarse o suspenderse, tanto por razones de salud pública como para reforzar los derechos y defender las vidas de millones de personas en esos países. En un contexto de pandemia mundial, las medidas que obstaculizan la atención médica en cualquier país incrementan el riesgo que todos afrontamos”.
Asimismo, una amplia gama de sanciones podría obstaculizar los esfuerzos sanitarios en Cuba, la República Popular Democrática de Corea, Myanmar, Venezuela y Zimbabwe, señaló la funcionaria einstó a la unidad de los dirigentes mundiales: “La cooperación y la solidaridad internacionales son fundamentales en todo momento para promover los derechos humanos; y ahora también son vitales para promover los intereses nacionales de cada país”.
“Ningún país puede combatir eficazmente esta epidemia actuando en solitario. Debemos proceder de manera solidaria, cooperativa y cuidadosa”, afirmó, en alusión al llamamiento formulado la semana pasada por el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, que instó a “una acción política coordinada, decisiva e innovadora” para frenar la propagación del COVID-19.
Si Trudeau citó y aprobó el informe Bachelet 2019, ¿qué pasa con este que acaba de emitirse?
*Arnold August, periodista y conferencista canadiense, es autor de Democracy in Cuba and the 1997–98 Elections; Cuba y sus vecinos: Democracia en movimiento y Relaciones Cuba-Estados Unidos: ¿Qué ha cambiado? Colabora con muchos sitios web, programas de radio y televisión con sede en América Latina, Europa, América del Norte y el Oriente Medio. Es un colaborador de Trabajadores