Zaida Fernández Pupo y Oscar Morales Téllez son pareja desde hace 14 años, el mismo tiempo que tienen de vivir en régimen seminterno en el hogar para ancianos América Labadí Arce de la ciudad de Santiago de Cuba.
Ella, con sus bien conservados 82 años, él con 69, son dos de los 173 adultos mayores que acoge esa institución de salud santiaguera donde por estos días de amenaza de la Covid-19 se extreman las medidas de atención a tan vulnerable sector poblacional.
Zaida y Oscar lo saben, lo sienten y son protagonistas del autocuidado de la salud, algo que asumen sin desesperanzas, mucho menos con pánico.
“El trato aquí es exquisito hasta para explicarnos la importancia del lavado de las manos”, dice ella, mientras muestra las suyas, admirablemente pulcras y arregladas.
“Igual nos han informado los más mínimos detalles del virus ese que tiene un nombre con el que se me enreda la lengua, y también nos hablan de la enfermedad que provoca, no quiero ni mencionarla: San Alejo, que se vaya bien lejos”.
Jacarandosa y con una vis cómica que le descorcha carcajadas al por mayor, esta octogenaria santiaguera cumple otras medidas necesarias para poner a raya al SARS-CoV-2.
“Hay que mantener distancia entre personas, incluso dejar a un lado los abrazos y los besos, aunque no crea que me hace mucha gracia no poder darle el cariñito de siempre a mi viejo… pero bueno, yo cumplo, hasta que todo esto pase”.
Oscar, a ojos vista más introvertido que su esposa, sonríe y comenta bajito: “Ella es única, periodista, muy pendiente de mí, atenta a cada uno de mis achaques, que no son pocos, incluido un infarto.
“Le encanta mimarme, pero ya se lo he dicho, y por suerte me hace caso: sin besos, Zaida, sin besos, que hay más tiempo que vida”.
El mismo espíritu de confianza está presente en los pacientes y el personal médico, paramédico y de servicio del América Labadí Arce tal y como lo confirmó a Trabajadores la doctora Lidia Suárez García, directora del hogar de ancianos, quien precisó que todos se apegan a los protocolos establecidos para la contención de la Covid-19.
“Lo más importante es cuidar de la salud de nuestros ancianos y para materializarlo disponemos de todos los recursos materiales y humanos”.
Mencionó como un elemento importante el acondicionamiento de una sala para aislar a quienes presenten manifestaciones respiratorias, “aunque hasta la fecha no tenemos ningún caso”.
Que así sea y se mantenga deviene prioridad para quienes viven y trabajan en el hogar de ancianos América Labadí Arce de Santiago de Cuba, donde a la usanza martiana se asume que “no hay cosa más bella que amar a los ancianos (…) los ancianos son los patriarcas”.