Quedarse en casa no es una opción, es una necesidad, incluso, un deber. Si usted no tiene una razón imperiosa para salir. Si no tiene la obligación de ir al trabajo, quédese en casa. No reciba visitas de familiares o amigos, ni las haga. Cumpla con los llamados al aislamiento social que han hecho las autoridades.
La Televisión Cubana está trabajando para ofrecerle una programación atractiva, intencionada, equilibrada. El Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, le hizo recientemente un llamado al Instituto Cubano de Radio y Televisión en ese sentido.
No se trata solo de garantizar los espacios informativos, que son vitales en el esquema de comunicación social que promueve el Estado en estos días de emergencia sanitaria: información veraz y oportuna, la que necesita la ciudadanía. Además, hace falta entretenimiento de calidad para sobrellevar el confinamiento.
Hay muchas, muchísimas iniciativas en las redes sociales de Internet. Y son importantes, y son bienvenidas. Pero hay una realidad: no todo el mundo tiene acceso a la red. Y no siempre el acceso es pleno, por cuestiones de conexión o de presupuesto. La televisión y la radio llegan a más personas. Son, por lo tanto, ahora mismo, los medios de comunicación por excelencia, la plataforma ideal para llevar cultura a cada hogar.
Obviamente, no son la única opción. Usted podría leer. Aproveche el tiempo para terminar la novela que tiene en su mesita de noche hace meses, para comenzar otra. Un libro es una excelente compañía en los momentos difíciles.
La televisión también puede serlo, debe serlo. Series, musicales, documentales, películas pueden combatir el aburrimiento. Es uno de los desafíos de nuestros canales: la variedad de opciones. Por eso hay que trabajar como un sistema.
La cultura, el arte, pueden contribuir en este empeño nacional: cultura para prevenir.
