A Raúl Addine Fernández, residente en Lucas 115, Las Tunas, le preocupa cómo se distribuyen los productos cárnicos en las casillas (carnicerías) de su ciudad.
“Es todo un desorden organizativo. En cinco ocasiones, en los últimos 10 meses, los productos llegan cualquier día, aunque nos corresponden el jueves.
“Causas y explicaciones existen y las puedo comprender, pero la semana anterior a mi casilla llegaron los productos el miércoles y en la zona donde vive el jefe de atención a la población de comercio provincial tocaba el miércoles y le llegó el viernes.
“Simple desorganización. Eso crea disgustos. A los que trabajamos nos resulta muy difícil acceder a los productos normados y muchas veces los perdemos.
“Alguien cree que en todas las familias hay desocupados que se ocupan de las compras y pueden ir todos los días a ver qué llegó, como nos sugieren las autoridades.
“No creo que esa sea una solución, sobre todo para los obreros que queremos cumplir con nuestro trabajo.”